La Etica De La Potencia De Spinoza

En el centro de la ontología Spinoziana, se encuentra el Conatus. Cada cosa, en cuanto es en sí se esfuerza por perseverar en su ser, cada cuerpo en la extensión, cada alma o idea en el pensamiento. Ese esfuerzo es el Conatus que implica un tiempo indefinido y nos empuja a distintas acciones de acuerdo al carácter de los objetos con los que nos encontramos.

Por un lado el Conatus será la conservación del propio ser y por otro capacidad, potencia.

El Conatus, es el impulso que aumenta la potencia de existir denominándolo apetito y al apetito con la conciencia del mismo deseo. Este apetito es la esencia del hombre, el esfuerzo que busca aumentar la potencia de existir, entonces puede decirse que la esencia del hombre es la búsqueda de la alegría. Con el Conatus entendido como activo y dinámico tiene que ver la alegría pues ella consiste en el tránsito de una menor a una mayor perfección. La alegría y la tristeza no son afectos derivados del deseo. Ambas son pasiones con las que se aumenta o disminuye, favorece o reprime la potencia o esfuerzo de cada uno por perseverar en su ser. La alegría es la pasión por la que el alma pasa a una perfección mayor, y la tristeza la pasión por la que pasa a una perfección menor. Por ser pasiones, surgen de ideas inadecuadas, dolorosas y mutiladas. La pasión está ligada al conocimiento parcial, abstracto, imaginativo de una cosa, mientras que la acción lo está al conocimiento, concreto, racional de esa cosa. Por lo tanto implica una imperfección, pero al mismo tiempo consiste justamente en el tránsito o paso a una mayor perfección, implica un aumento en la potencia de actuar, un incremento en la libertad.

Spinoza desarrolla en sus tesis la Ética de la Potencia, concibiéndola como una etología, en tanto que no sabemos de lo que somos capaces en lo bueno y en lo malo, no sabemos por anticipado de lo que puede un cuerpo o un alma en determinado encuentro o dispositivo sea natural o artificial. La ética derroca el sistema de juico de la Moral, sustituyendo la oposición de los valores (bien – mal) por lo cualitativo de los de los modos de existencia (bueno – malo). La ética es, ética de la alegría que subsiste en la acción y nos aproxima. Sera bueno (libre, fuerte, racional) quien se esfuerce en organizar encuentros, unirse a lo que le conviene a su naturaleza, componer su relación y aumentar su potencia. Por el contrario, será Malo (esclavo, débil, insensato) aquel que se conforma con sufrir los efectos de los encuentros y estos le revelen su impotencia, llegando a no encontrarse consigo mismo. ¿Cómo docentes buscamos la ética de potencia en nuestras aulas?, ¿buscamos aproximarnos para componer nuevas relaciones y aumentar nuestra potencia y la de nuestros alumnos en la era liquida en la que estamos inmersos?

Un cuerpo es para Spinoza no una substancia ni un objeto sino Modos. Entendiendo a los modos como una relación

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