La Ilusión Biográfica. Bourdieu

A continuación a modo de reseña reconstructiva me permito comentar brevemente lo expuesto por Pierre Bourdieu en el escrito titulado de la misma manera que esta reseña. El autor indaga sobre la biografía como un conocido dispositivo de memoria, que pretende preservar y relatar la vida de otro contandola de una manera lineal, olvidando que las personas así como los sucesos que viven y las cosas que hacen se encuentran inscritas en ciertas lógicas que conservan conexiones de sentido distantes a la linealidad cronológica que pretende el relato biográfico. A pesar de la aparente simplicidad de la idea, el análisis de Bourdieu es contundente, en la medida que logra relacionar las implicaciones filosóficas, académicas, éticas e incluso sociales que se encuentran inscritas en la forma biográfica de contar una vida.

El relato de la vida como una historia secuencial y organizada no sólo corresponde a una ilusión retórica, también hace evidente la reducción del yo y de su institucionalización totalizante mediante la unificación de prácticas y representaciones. Una de las reducciones del yo más evidente es el nombre propio, siendo este en palabras del autor el que instituye “una identidad social constante y duradera que garantiza la identidad biológica del individuo en todos los campos posibles en los que interviene en tanto que agente, es decir, en todas sus historias de vida posibles” (2011:124), es en este sentido que el nombre se convierte socialmente en una forma institucional que garantiza una identidad constante a través del tiempo, el cual por sí mismo no describe las características o propiedades de lo que nombra, ya que solo alcanza a abarcar un conjunto de relaciones biológicas y sociales en un espacio de tiempo determinado, que posibilitan el acceso a la existencia social y construyen la identidad social misma.

Es de esta manera que el relato de vida es contado desde una perspectiva netamente nominal que reconstruye la identidad social (nombre, nacionalidad, sexo, año de nacimiento y muerte), siendo altamente influenciado y determinado por las condiciones sociales en que los hechos sociales de una vida privada pasan a ser conocidos en la esfera pública. El investigador al intentar dar cuenta y comprender una vida como una serie de acontecimientos en el marco de una existencia constante inscrita en un nombre, es partícipe y posibilita la perpetuación de la entrevista y la biografía como dispositivos analiticos superfluos y primarios en la medida que evitan la comprensión de las relaciones objetivas entre los diferentes acontecimientos biográficos, lo que imposibilita el establecimiento de conexiones de sentido que transgredan a la cronología y a la sucesión a la hora de dar cuenta de una historia de vida. En palabras del autor “no se puede comprender una trayectoria... si no es a condición de haber construido previamente los estados sucesivos del campo en el cual se

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