La Interrogante Humana Y Sus Posibles Respuestas
Enviado por BRANDOPACINO • 4 de Octubre de 2013 • 845 Palabras (4 Páginas) • 494 Visitas
La constante inquietud que tenemos como seres humanos sobre las grandes interrogantes filosóficas de la existencia, es algo que está presente siempre a lo largo de nuestras vidas individuales y que ha existido a lo largo de la historia. Artistas, científicos, intelectuales y pensadores han intentado en vano desentrañar los misterios de la vida: Shakeaspeare con su monólogo de Hamlet, el dilema del ser o no ser; el poeta Rubén Darío con su poema “Lo Fatal” (Un terror pasado y un futuro terror / sufrir por la vida, por la muerte, por lo que no conocemos y apenas sospechamos…); los descubridores de “la partícula de Dios” que a su criterio es el origen mismo del Universo; los investigadores del genoma humano que creen haber encontrado las bases mismas de la genética; todos ellos, han indagado a su modo en la pregunta del ser humano por el ser humano, ¿qué es el hombre?
Pese a nuestros logros y aciertos -merced a nuestras capacidades cognitivas que nos permiten ser la especie dominante en el planeta- el reconocimiento de nuestras limitaciones ha venido precedido por el conocimiento cierto que somos débiles e inferiores a otras especies, en materia de instintos desarrollados, teniendo que aprenderlo todo, convirtiendo nuestras vidas en un continuo aprendizaje, llenos de carencias de habilidades, carencias que nos obligan a depender mucho más que otros animales, desde nuestro nacimiento mismo, de cuidados y atenciones.
Son sin duda alguna estas carencias instigadas a una solución por la luz de nuestro pensamiento, la chispa generadora de cultura, tecnología y corrientes transformadoras.
El hombre de las cavernas al sentir frío en los crudos inviernos y no estar dotado por la naturaleza con un grueso pelaje que lo abrigue, en su búsqueda de calor, un día descubrió que frotando dos palos con suficiente fuerza y consistencia se creaba el fuego. Esta nueva tecnología vino a incidir directamente en su forma de vida, quizá se dio cuenta que una mejor manera de aprovecharla era vivir en clanes y aumentando la optimización de este recurso quizá descubrió más allá aun, que era agradable vivir en clanes y al calor de ese fuego dentro de
cavernas, cambiando así de una cultura nómada a una cultura estacionaria.
Lo antedicho nos demuestra que en el caso de la especie humana se aplica totalmente ese axioma que reza “la necesidad crea la capacidad” y yo le añadiría, “y la capacidad crea la cultura, la tecnología y las grandes transformaciones”.
Una vez reunido con sus semejantes, el ser humano empieza a palpar la realidad de las relaciones sociales y en estas relaciones comienza a distinguir las jerarquizaciones, a reconocerse como miembro de una comunidad y a sentirse parte de la solución de los problemas colectivos, es decir, a buscar hacer posible lo que hoy conocemos como sociedad.
Pero este reconocimiento seria incompleto
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