La Legitimidad, La Violencia Y La Alienación Del Poder Bajo La Crítica Materialista Y Simbólica
Enviado por fercuesal • 15 de Junio de 2014 • 4.075 Palabras (17 Páginas) • 278 Visitas
La siguiente reseña tiene por principal objetivo destacar el concepto de poder en los aportes metodológicos y epistemológicos presentes en la teoría de la dominación de Max Weber y los aportes materialistas de los teóricos del pensamiento radical, Mijaíl Bakunin y Carlos Marx; de la misma forma, se intenta mostrar la influencia de estas metodologías y conocimientos en teorías mas recientes como: la teoría relacionista del poder acuñada por Nicos Poulantzas y Michel Foucault, la noción del poder simbólico de Pierre Bourdieu y la importancia de estos autores, en el debate filosófico – político contemporáneo.
En consonancia con lo anterior, es importante tomar en consideración cuatro ejes sobre los cuales estos seis autores estudian el poder como alienación, simbolismo, legitimidad y violencia; esto, debido a que los planteamientos respecto al poder de estos autores, como por ejemplo, en el caso de Bakunin y Marx, no son similares sino dispares, dando como resultado un contundente y acalorado debate entre estos dos que no se agota en la actualidad sino, al contrario, suscita varias preguntas centrales que surgen al leerlos como las siguientes: ¿Es la noción de clase adecuada para abordar los fenómenos sociales, entre ellos el del poder? Y en relación con esa pregunta ¿Es el poder relacional, simbólico y materialista, una condición social necesaria para darle fin del Estado? O ¿desaparece el poder al suprimirse el Estado? Para interpretar mejor a estos autores, en mi opinión entonces hay que tener claridad sobre estos cuatro ejes:
En primer lugar, me parece pertinente destacar la critica del joven Marx a la concepción hegeliana del poder legislativo y la escisión entre sociedad civil y Estado, es decir, a la revelación que halla Marx en el poder, soberanía y democracia consagrada en la filosofía política moderna, de un intento de despolitización, expropiación y ocultamiento a la sociedad civil, a la cual se la representa y se la tilda de impolítica. Esta critica es fundamental, ya que no solamente el joven Marx descubre a partir de dicha tensión como se efectúa la alienación en el plano jurídico, económico y científico en el Estado moderno, sino también, se postula por parte de Marx, la critica de que “el error de Hegel no consiste solo en la inversión del sujeto y predicado, es decir, en el apriorismo de poner la idea en donde debe ir la materialidad de lo real, sino además en utilizar un método construido con base en categorías generales y abstractas, en absoluto adecuadas para aprehender y criticar lo positivo”. CITATION QUI13 \p 19 \l 2058 (QUIÑONES, 2013, pág. 19)
En efecto, es a partir de esa critica donde Marx desarrolla una epistemología materialista, la cual lo conduce no solo a criticar a Hegel, sino también, a plantear un debate en torno a un orden ético con Proudhon, Stirner y especialmente Bakunin. Este debate que perdura por mas de 30 años, lo gana Marx en todos sus aspectos ya que “su método era incomparablemente superior, sofisticado y poderoso,” y es precisamente este método, lo que lo distancia de los anarquistas y permite realizar, en mi parecer, una visión mas matizada y estructurada del poder político; de esta manera, es posible observar una diferenciación entre el poder a priori como instrumento de dominación y a posteriori de transición hacia la desaparición del Estado (visión marxista) y por otro lado, el poder como una fuerza negativa y rechazable en todas sus aristas, para lograr así, una desaparición de la autoridad exclusiva y consolidar la emancipación colectiva (ideal anarquista).
En segunda instancia, es importante enaltecer la influencia de la “noción” o “concepto” de clase marxista en la teoría relacional del poder de Nicos Poulantzas y la producción simbólica como instrumento de dominación en el poder simbólico de Bourdieu; esta influencia, es la que da cabida a la actualidad de la teoría marxista entre otras teorías y, de la misma forma, lleva a actualizar las maneras mediante las cuales se ejerce la dominación y la alienación en el seno del Estado, la división del trabajo, el derecho, la economía entre otras.
De esta manera, cuando se aborda la teoría relacional del poder en Poulantzas, por ejemplo, es interesante encontrar a mi parecer dos fuertes influencias: por un lado, esta la concepción del poder foucaultiano como “un campo de relaciones de fuerza y de las relaciones de una clase con otra, donde los intereses de las clases designan el horizonte de la acción de cada clase con relación a otras”; CITATION NIC79 \p 177 \l 2058 (POULANTZAS, 1979, pág. 177)y por el otro lado, habita en dicha definición, una noción de “clase” marxista, que el mismo Poulantzas reconoce en Foucault como una especie de “marxismo particular de la III internacional”.
En efecto, la esquematización de la sociedad en clases y el tejido teórico del poder en Foucault como una relación en la cual, el poder no es una cosa ni una cantidad, ni se posee sino que se ejerce, es lo que permite plantearse soluciones a una de las preguntas centrales que viene haciéndose la filosofía política contemporánea, y que el mismo Poulantzas, plantea del siguiente modo: ¿como evitar, en este caso, caer en las redes de una dominación siempre insoslayable, de un poder privilegiado de modo absoluto frente a unas resistencias siempre cogidas en la trampa del poder? CITATION NIC79 \p 181 \l 2058 (POULANTZAS, 1979, pág. 181) Pregunta, sobre la cual inherentemente gira la discusión entre la visión anarquista y la marxista del poder, así como una de las criticas de Bakunin a Marx que sintetiza magistralmente el debate: “nunca destruiremos el Estado agrandándolo”.
En síntesis, vemos en la teoría relacional del poder, la impronta materialista de el “concepto” de clase, entendido este como una transformación material del sujeto marxista, luego de ser corregida la concepción del sujeto como espíritu o idea abstracta en Hegel y, simultáneamente, presenciamos la deconstrucción de el ser en Foucault, siendo este nuevo ser, un producto de una herencia epistemológica Nietzscheniana que lo lleva a escudriñar la historia y mostrar que el poder no es un cualidad que posean unas clases sobre otras, sino que al contrario, es una relación que va mas allá, trasciende todos los planos existenciales como por ejemplo el conocimiento, el cual “no es una afinidad con el mundo, es una tensión, una relación de poder”.
Por su parte, Pierre Bourdieu va en la misma dirección, pero añade a la concepción de clase social, la importancia de la estructura lógica y la función gnoseológica, ya que la tradición Marxiana en palabras de Bourdieu “privilegia las funciones políticas de los “sistemas simbólicos” (aunque
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