La Moral Cartesiana
Enviado por mariacristi26 • 22 de Junio de 2013 • 886 Palabras (4 Páginas) • 1.958 Visitas
La moral cartesiana aparece cuando Descartes va a ejercitar su método, puesto que como persona tiene que seguir actuando en la vida cotidiana y las reglas del método no se lo permitiría. Ésta será de momento provisional con el objetivo de vivir felizmente como persona y no de buscar la verdad. Descartes adoptará la definición de su moral provisional mediante cuatro máximas.
Ensayo…..
LA MORAL CARTESIANA
En el momento en que Descartes se plantea aplicar la duda metódica a los fundamentos del conocimiento, surge la necesidad de elaborar unos principios morales que nos guíen en la vida diaria mientras encuentra principios absolutamente ciertos, para no permanecer irresolutos en la vida práctica y no caer en el amoralismo. Por ello elabora unas máximas o normas de comportamiento que constituyen la moral cartesiana, y que nos permiten actuar con la corrección exigida por el método, cartesiano.
La validez de esta moral es temporal, y por lo tanto no pretende ser una moral sistemática fundamentada en certezas, ni tampoco definitiva. Además, es una moral imperfecta, “de la que hemos de proveernos mientras no se llegue a conocer una mejor”
La primera máxima -la más importante- consiste en dos partes. La primera está influenciada por el relativismo de Montaigne, puesto que Descartes constituye que debemos obedecer las leyes y costumbres de nuestro país, además de conservar la religión
-Tradicional. Lo que estaría relacionado con la segunda parte de esta máxima, ya que los más moderados los consideraba sabios y éstos hacían caso de las tradiciones. En ésta última parte estaría influenciado por Aristóteles, quien promulgaba el bien como término medio. Ni los excesos ni la escasez son buenos, la prudente moderación es la virtud por excelencia, y por tanto la forma más fácil de obtener la felicidad que buscamos los humanos
En cuanto a la segunda máxima, sería la de mantenerse firme a las decisiones que tomamos por muy dudosas que pudieran ser y tomarlas como si fueran las más verdaderas, porque la vida nos obliga muchas veces a actuar con la falta de elementos seguros y definitivos. Ésta segunda máxima la tomaría de los estoicos, quienes proclamaban la conformidad de la naturaleza para vivir feliz. Para éstos la naturaleza hizo al hombre bueno por tanto aquello que sucedía por decisión de ella no se debía de discutir. Podemos ver la relación de conformidad de los estoicos con la firmeza de Descartes para sus normas morales
Con la tercera máxima Debemos dominar aquello que está a nuestro alcance: el pensamiento. No desear lo que no podemos alcanzar, porque al no conseguirlo nos encaminaríamos hacia la infelicidad. No es sinónimo de conformismo, sino que debemos de adaptarnos a nuestra situación. En esta máxima nos volveríamos a encontrar con los estoicos, pero más concretamente con
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