La Navidad
Enviado por Learro • 4 de Octubre de 2014 • 439 Palabras (2 Páginas) • 189 Visitas
Yo Moisés estoy por contarles lo que me pasó hace poco. Eran épocas navideñas y todo comenzó cuando el pavo no cabía en el horno, tenía que terminar la cena antes de que mi mamá llegara a casa con toda la familia para festejar la noche buena, pues está Navidad me tocaba preparar la cena a mi. Pero todo se complicó, estaba cortando el pavo para que su tamaño se reduciera y así poder ser cocinado, pronto noté una mancha de sangre en la quinta rebanada del pavo, era mi dedo el que la derramaba por la herida que provoqué sin darme cuenta, estaba muy distraído, pues no dejaba de pensar en gente que corre, pronto participaría en un maratón por el que estaba ansioso, pero lo peor vino después, ya con la carne cortada me dirigía hacia en horno cuando escuche un gran sonido de balazo que me hizo tirarlo al suelo, para descubrir que sólo eran los niños en la calle explotando cuetes por las fiestas, al instante se escuchó un ruido de cadenas, era Toby mi perro, que por el estruendo de la pirotecnia se asustó y se desató de las cadenas que lo sostenían, entró a la casa y de inmediato se comió la carne del suelo, me sentí desanimado, pues la cena que prepararía se la había comido Toby, por supuesto que fue castigado lo llevé al sótano, el lugar que ambos odiábamos, era una habitación lúgubre y fría, pero se había comido la cena y en el sótano ya no me molestaría. Al subir miré la ventana y por las cortinas vi una sombra fugaz de un auto, definitivamente era mi mamá llegando con la familia, estaba muy asustado hasta que vi que entraban, cada uno con una charola de comida y mi mamá con un gran pavo relleno, me preguntaba por qué lo trajó, sí se suponía que yo lo cocinaría, todo tuvo sentido cuando revisé el mensaje de mi mamá de hace 3 horas diciéndome que compró un pavo a mitad de precio, que ya no sería necesario que yo lo hiciera, me alegré tanto hasta que me pregunto en donde estaba el pavo que yo guisaría, pues se lo regalaría a mi tía, no tuve otra opción más que decirle la verdad, mi mamá no se enojó, fue mi tía la que se molestó, era una mujer joven, vestida de negro y con una mirada penetrante, viéndome por un rato me sentí incómodo, hasta que abrimos los regalos y le di aquella chaqueta negra que tanto quería, entonces se le pasó lo del pavo y ambos pudimos disfrutar la noche.
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