La Sabiduría Y La Ignorancia: Nociones Que Personifican Flaubert Y Sófocles Para Mostrar La Corrupción De Las Sociedades En Las Cuales Coexistieron
Enviado por marioalvearh • 31 de Octubre de 2013 • 1.402 Palabras (6 Páginas) • 409 Visitas
El conocimiento es un proceso dinámico y dialéctico en el cual un sujeto conocedor percibe y organiza la información que obtiene bien sea de un objeto, o de otro sujeto para poder predecir el comportamiento de los fenómenos de la realidad. Esta capacidad del hombre es vital para lograr tener poder y una vida armoniosa. En la idea anterior se basan Sófocles y Flaubert, en sus obras Edipo Rey y Madame Bovary respectivamente, para plasmar la importancia del conocimiento y el saber en la vida de los hombres. Ambos plantean como el hombre que le da la espalda al saber, se centra en la ignorancia y termina sobrellevando sufrimientos portentosos en vida. Igualmente, como la inteligencia y la sabiduría pueden dar gran voluntad a la persona que la posee. Entonces se hace una analogía de estas dos nociones que personifican Flaubert y Sófocles en sus textos: la sabiduría y la ignorancia; manifestando de esta manera la corrupción presente en las sociedades en las cuales habitaron.
Los antiguos griegos se preocupaban por la búsqueda del conocimiento neto. Aunque la verdad significaba en muchas ocasiones un concepto aterrador, también era idealizada como una virtud fundamental del hombre. Así, muchos dramaturgos griegos utilizan la reflexión de sus personajes para asentar de relieve los temas de sus propias tragedias. Sófocles, por su parte, utiliza la transformación del carácter de Edipo, en conjunto con la trama, para resaltar la gran importancia y el poder que el conocimiento asentaba.
Mientras en Edipo crece el conocimiento, este aventura un cambio muy portentoso en su vida: pasa de ser un rey heroico, a ser un tirano que cae en la negación, un hombre temeroso, condenado, humillado por su destino trágico. Esto se logra evidenciar al principio, cuando Edipo es el héroe sabio que resuelve el enigma de la Esfinge. Al tener éxito, Edipo se convierte instantáneamente en un hombre célebre y conocido por su grande inteligencia. La acción audaz de Edipo parece ser una bendición, un regalo especial de los dioses al utilizarse en beneficio de la ciudad como un todo. De hecho, Edipo es ennoblecido por los tebanos, pero a veces a desolación de los dioses, suponiendo que la autoridad es habitualmente una singularidad perteneciente a ellos. El conocimiento y la capacidad de resolver acertijos le da a Edipo un poder que llega a ser comparado por el pueblo Tebano como sobrenatural. “Para Delphi, y Apolo me envió de vuelta, sin encontrar el conocimiento que he venido a buscar. Pero otras cosas graves que profetizó, penas, lamentos, llanto, signos terribles; a saber que debo contaminar la cama de mi madre y levantará descendencia demasiado repugnante a la vista, y matar al padre.”
A su vez, Emma, desde la niñez, soñaba con el romance perfecto, el amor perfecto que le daría una vida de felicidad final. Es evidente que, en su mente, dicha felicidad sólo podría proveerse con la presencia de un hombre a su lado. Sin embargo, al crecer, se da cuenta que esta idealización carece de veracidad y validez en el mundo que coexiste. Emma persiste en pretender desarrollar una vida más glamorosa, pero su primer marido y más adelante los amantes que la abandonan, la hacen sentir muy abrumada y anonadada. En casa de Carlos, pasa gran parte de su tiempo mirando por la ventana, resaltando la mediocridad de Carlos como un factor explícito en aquella impotencia promulgada por Emma. “Pero la profundidad de tus sentimientos, que es a la vez tu encanto y tormento, que te ha impedido darte cuenta de la falsedad de nuestra posición en el futuro. Al principio yo estaba descansando en la sombra de esa felicidad ideal, como en la sombra del árbol venenoso, sin prever las consecuencias." La inteligencia se muestra como un agente determinante en el desenvolvimiento de la vida de Carlos, y su misma felicidad, pronunciando que la sabiduría hubiese podido tornarlo un ser aristócrata y noble.
Recapitulando, la incapacidad de Edipo de aceptar las verdades cambia su carácter a un hombre negado, un rey despótico, inhábil para resolver el nuevo enigma de la muerte de Layo, mostrándose paranoico e incompetente. Ignorando la evidencia q lo rodea, Edipo no se culpa a sí mismo por la plaga
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