La costumbre en la pérdida de valores

La costumbre en la pérdida de valores.[pic 1]

Cuando hablamos de principios, pensamos en como la humanidad busca llevar una serie de actitudes y acciones dirigidos al respeto y a la correcta convivencia en la sociedad.

Para que la sociedad pueda llevar a cabo el desempeño de los mismos, se apoya en los valores, que nos ayudan a concientizar y saber cuál es el correcto rumbo que deben tomar nuestros actos.

Es importante que la mayoría de los valores se encuentre presente en gran parte de la sociedad, ya que como se mencionó, son estos los que nos ayudan a llevar nuestros principios correctamente.

Sin embargo, últimamente se han estado presentando una serie de situaciones que pone en cuestionamiento los mismos como sociedad moderna, ya que una parte de esta no está tomando en cuenta el respeto hacia la libertad de su prójimo y hacia la vida misma.

Como un reencuentro de la situación actual, nos hemos enterado de algunas desapariciones en la población femenina del estado de San Luis Potosí, siendo estas un hecho muy preocupante y que ha puesto a familiares y amigos muy alertas y temerosos por la seguridad de sus conocidas. Eso mismo ha desencadenado una molestia en la mayoría de los habitantes, ya que exigen al gobierno una resolución a este problema que está atentando contra los principios y los valores en la sociedad, y se hace imposible pensar como el problema pudo agravarse hasta tal punto, como se permitió la desaparición de algunas de ellas.

Si tratáramos de buscar un lado positivo en estos hechos, sería la preocupación, y consecuentemente las acciones, que ha estado tomando gran parte de la población en busca de la conseguir que esto frene, y que aquellas que han desaparecido regresen a nosotros; mediante manifestaciones y exigencias al gobierno. Esto pone en manifiesto que la mayoría de la población tiene bien puestos sus principios y aplica sus valores adecuadamente, dando a relucir su respeto hacia cualquier vida y haciéndola valer por digna.

Un caso similar ocurre en el estado de Tamaulipas, uno de los estados considerados entre los más peligrosos de la república mexicana, donde desde hace algunos años los secuestros se han estado poniendo “de moda” tanto en mujeres como en hombres. Esto al principio claro que fue motivo de alarma en la sociedad. Sin embargo, como la misma ya había estado sometida a diferentes disturbios de crimen organizado, fue más que nada visto solo como un hecho más con el que se tendría que tener cuidado para vivir. Cada familia aconsejaba a sus miembros cuidado y tomaban algunas medidas de precaución, pero nunca la preocupación fue llevada al punto de la exigencia por la solución a estos horribles actos a los gobernantes, y eventualmente los desaparecidos se fueron convirtiendo en “uno más” de las noticias que no se leían en los periódicos.

En esta ocasión no se trata de comprender porque los secuestradores y delincuentes actúan de esta manera, si no de analizar el comportamiento de las distintas sociedades hacia los mismos.

Vimos, por un lado, un actuar concientizado de una ciudad que busca volver a su estado normal, vivir sin miedo y que exige el respeto de sus derechos y de sus valores. Por otro, como aprenden a vivir con el miedo, aceptando los hechos y agregándolos a su vida cotidiana, como si nuestra manera de juzgar el actuar de algunos y la forma en la que avanza nuestra sociedad tuviera que ser modificado, para permitir la conducta tan antiética de algunos de nosotros.

¿Cómo una sociedad puede llegar al punto de aceptar el actuar tan sumamente inmoral de los de nuestra misma especie?

¿Eso no nos convertiría, también, en seres humanos que no tienen respeto hacia la vida, que no defienden sus ideales, que no buscan la conservación de los principios humanos, que ya no sabemos diferenciar entre lo correcto, lo inmoral y antiético?

En relación a esto, se cita un artículo de la M.C. Ma. del Carmen Macías Huerta: …comenzó a manifestarse una preocupación mundial por el comportamiento del ser humano y sus consecuencias en todos los ámbitos. Algunas de las causas señaladas son la perdida de la conciencia social, el descuido de la educación de las nuevas generaciones, (entendida como la formación total del ser humano, no sólo los niveles académicos que se pueden alcanzar), y la perdida de los valores y el respeto social e individual.  A partir de esto comienzan a surgir una serie de corrientes en el pensamiento social que conllevan una búsqueda de soluciones a este fenómeno. Así, aparece el Paradigma "Desarrollo Sustentable" y con él, el "humanismo", donde destacan elementos tales como el rescate de las normas morales y la ética, la Libertad, la Democracia, y los Derechos Humanos, recordando que los responsables de los cambios "positivos y negativos" que tiene el entorno, social y natural, es responsabilidad de la propia sociedad que en él convive.

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