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La discriminación y la étical moral


Enviado por   •  20 de Marzo de 2022  •  Ensayo  •  1.688 Palabras (7 Páginas)  •  249 Visitas

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LA DISCRIMINACIÓN Y LA ÉTICA MORAL.

Gustavo Balderas Márquez

En la actualidad, vivimos en una época cruel donde la sociedad está dividida en clases sociales, solemos catalogarnos unos a otros como seres que se clasifican de acuerdo al estatus social en el que estamos,  o al poder económico y adquisitivo que tenemos. No es novedad que hoy en día  exista un nivel de discriminación alto en el mundo, e incluso las sociedades más avanzadas como China o Estados Unidos, no se libran de este problema que nos involucra a todos, pues, consciente o inconscientemente, todos hemos llevado a la práctica algún acto de discriminación en algún momento de nuestra vida, ¿Es acaso esto un problema moral, o simplemente se trata de algo que es parte del ser humano? Juzgar a nuestros iguales por el simple hecho de no compartir los mismos gustos, creencias, o rasgos físicos. Éste  es el enfoque con el que se desarrollará el presente ensayo, cómo influye la ética y la moral de la gante en los actos  discriminatorios que se dan constantemente, ¿cómo podemos echar mano de la cívica para disminuir estas acciones?...

La discriminación ha estado presente en nuestra sociedad desde tiempos muy remotos, es una práctica que se manifiesta en diversos contextos y escenarios, y se basa mayoritariamente en prejuicios que se han venido forjando a base de la mentalidad y las creencias de la gente de épocas pasadas. Puede existir discriminación de todo tipo, política, social, económica, cultural, racial, entre otros; todos estos tipos de discriminación  antes mencionados, contribuyen en mayor o menor  medida a la creación de una desigualdad social que nos afecta a todos. Las sociedades marginadas de nuestro país son producto principalmente de  los actos clasistas  que entre nosotros practicamos día con día, dañando nuestra cultura y la base de nuestra propia nación, dando pie, en muchos de los casos, a recurrir a actos de violencia y de corrupción en la búsqueda de oportunidades que no se le dan a  grupos excluidos y marginados.

Ahora bien, la moral y la cívica y ética de las personas juegan un rol muy importante dentro de este ambiguo debate de la discriminación, ¿Cómo una persona que nació en el siglo XX dentro de un núcleo familiar donde la única relación “sana” es la que se da entre un hombre y una mujer, puede cambiar su mentalidad de un día para otro?, ¿Cómo alguien que en sus inicios fue pobre económicamente y después tuvo la suerte o el éxito de hacer riquezas, ahora discrimina a las personas que no tienen el mismo nivel económico de él o ella?, ¿Se trata de una cuestión de Moral y empatía, o realmente el ser humano está programado para repudiar a los que se encuentran abajo de su condición social?

En cualquier caso, como seres humanos deberíamos aprender a desarrollar cierto grado de  empatía por las demás personas, sin importar su color, sus preferencias, o su clase social. Y si bien, la moral y la ética es algo que se va construyendo en base a las experiencias, y el contexto social y familiar en el que ha nacido cada quien, esto no es una  excusa para no desarrollar un criterio propio en pleno siglo XXI, donde toda la información está al alcance de todos; no debemos seguir ignorando los problemas que aquejan a las demás personas, claro está que no podemos resolver la vida de todos, pero sí contribuir al menos a no juzgar de manera deliberada y despectiva  la vida de aquellos que comparten características distintas a las nuestras. Todos somos seres humanos, aprendamos a vernos como eso.

Una de las encuestas más recientes, realizadas por el INEGI en el año 2017, revela que el 20.2% de la población de 18 años y más declaró haber sido discriminada en el último año por alguna característica o condición personal, tono de piel, manera de hablar, peso o estatura, forma de vestir o arreglo personal, clase social, lugar donde vive, creencias religiosas, sexo, edad y orientación sexual. Los motivos que destacan son principalmente forma de vestir o arreglo personal, peso o estatura, creencias religiosas y la edad. Estos indicadores únicamente refuerzan el hecho de que México es un país con altos índices de discriminación, en donde una o más personas son agredidas no solo emocionalmente, sino que también físicamente, por razones anti éticas que son definidas por una cultura.

La práctica de los valores cívicos es algo que, sin duda, debemos tener en cuenta para poder combatir este problema, mantenernos sumisos cuando observemos algún tipo de acto discriminatorio solo nos hará cómplices y partícipes  de éste; desarrollar un juicio y un criterio propio para distinguir la inmensa diversidad de culturas y creencias que existen alrededor no solo de México, sino del mundo en general, nos ayudará a ser más humanos con los demás. Por otro lado, la educación juega un papel muy importante dentro esta desigualdad social, y por educación no me refiero solo a los conocimientos teóricos como matemáticas o español, pero a todos aquellos conocimientos formativos en el área de la cívica; Imaginemos que a los niños se les enseñara a ponerse en el lugar de sus compañeros desde una edad temprana, viviríamos en una sociedad menos egoísta con intereses comunes y no propios.

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