La errónea interpretación del carácter de los piratas en El Corsario Negro de Emilio Salgari

La errónea interpretación del carácter de los piratas en  El Corsario Negro de Emilio Salgari

José Enrique Sandoval Alfaro

Salgari, a lo largo de su novela El corsario negro nos demuestra sobre la concepción que tenemos sobre algunas cosas, acciones o personajes, y a lo largo de generaciones se nos puede trasmitir información ya sea negativa o positiva acerca de estos elementos ya mencionados, entonces cualquiera puede aprovechar de esta situación creando relatos, películas, canciones, etc. De alguna forma la sociedad nos encierra sobre este mismo concepto que se tenga sobre cualquier cosa, provocando que  nos sea difícil poder imaginar, incluso pensar que sea diferente lo que ya no lo podía ser. En su obra, el autor, marca muchos cambios en los personajes y  se puede ver claramente que desde el principio hay diferentes bandos. Se dividen como: los piratas, son los buenos y los gobernantes desempeñan un papel de malos en la historia. Salgari nos da una nueva concepción de los filibusteros, unos nuevos personajes, les introduce (al menos al capitán) compasión, educación, perdón, entre otras cosas positivas.

La redacción que se tiene hablando geográficamente es fabulosa, describen cada escena, momento, lugar, la época que debe ser, ya que, donde los mares eran testigos de constantes luchas entre piratas y españoles por la lucha de territorio y riquezas, la fauna para ese entonces era muy extensa, sacando de buena manera el autor dando emocionante la lectura al lector.

Después de hablar un poco del libro, especialmente las cosas que pude llegar a notar, comenzare hablar del objetivo de esta escritura, demostraré que en El Corsario Negro sobre la concepción negativa que tenemos del pirata, pero que en esta obra el autor le da rasgos positivos en la literatura.

Para dar comienzo con un claro ejemplo de compasión y perdón que tiene el personaje principal “¡Sois un valiente!”… Primero muestra admiración. “No queríais ceder el arma: ahora yo me la tomo; pero os dejo la vida”^[1]. Siempre se veía a un pirata como un personaje malo, sin sentimiento alguno, pero aquí en el Corsario, en una de sus tantas luchas siempre muestra su valentía y poderío a la hora de luchar, pero eso no quiere decir que no tenga un poco de compasión sobre sus adversarios.

No sólo los lectores se sorprenden por el nuevo concepto que se presenta en la novela, también los personajes que se van presentando e interactuando con el mismo señor de Ventimigilia,  se notan sorprendidos por el comportamiento de este mismo y muestra una concepción negativa de estos. “Mis compatriotas dicen que los filibusteros son hombres sin fe y sin ley, dedicados tan sólo al robo en el mar.”^[2] Pero luego de que van conociendo la compasión que tienen los piratas rápidamente sus mismos rivales cambian de opinión acerca de ellos, generando incluso una amistad,   “ahora puedo decir que entre ellos también se encuentran valientes que, en lo que atañe a la caballerosidad y generosidad, pueden dar punto y raya a los más cumplidos caballeros de Europa.”^[3]

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