La inclusión de la ética en los procesos de calidad de las empresas, una necesidad apremiante

La inclusión de la ética en los procesos de calidad de las empresas, una necesidad apremiante

Ford es una compañía de vehículos automóviles con una marca de renombre en la mayor parte del mundo, la compañía tiene produciendo vehículos desde 1903 hasta la actualidad.

En su larga historia Ford ha producido todo tipo de automóviles: algunos de una calidad excelente, otros regulares y unos realmente malos. Pero en el presente ensayo se analizara uno en especial que dejo una mancha en el historial de Ford y que ahora es recordado como “el auto asesino”.

Es evidente que se debe recalcar que con la crisis del petróleo de los años setenta la industria automotriz norteamericana fue afectada gravemente, y las compañías tomaron las medidas que creyeron necesarias para intentar amortiguar los efectos de esta crisis. Debido a esta situación Ford decide crear su nuevo modelo: “Ford Pinto”. Un automóvil diseñado en muy poco tiempo, sin tener la más mínima consideración de seguir un proceso de calidad que asegurada la mejor utilidad para el usuario y con criterios de economía muy estrictos.

El Ford Pinto se lanzó a la venta en 1971, este vehículo representaba una revolución para la compañía ya que era un modelo compacto y muy austero; algo desconocido para los clientes norteamericanos que estaban acostumbrados a autos enormes con motores descomunales. El Pinto empezó a ser un éxito de ventas para Ford, en 1971 la compañía produjo más de 352,000 unidades del modelo.

El problema del pinto empezó cuando en las pruebas de calidad sobre colisiones se vio que si el vehículo era golpeado por atrás, a una velocidad relativamente normal, el tanque  de gasolina tenía un alta de probabilidad  de romperse  y los pasajeros  eran rociados con combustible, con lo cual la más mínima chispa convertirá al vehículo en una tumba de llamas.

Aun así la gerencia de Ford decidió producir el Pinto, empezando porque el diseño cumplía con todas las normas legales y gubernamentales vigentes en ese momento en Estados Unidos y la más importante razón: un estudio de costo-beneficio interno que revelo que los costos de modificar el Pinto no se compensarían con los beneficios y que la compañía tendría una pérdida de alrededor de 137, 500,000 millones de dólares.

En ese mismo estudió  los datos mostraron que con la modificación evitaría unas 180 muertes por quemaduras, 180 lesiones pro quemaduras graves y 2100 vehículos quemados.

La gerencia de Ford determino que si se modificaban los vehículos se iba a tener que sumar el costo de la previsión de pérdidas a los clientes  y que no era justo que la sociedad  por querer salvar unas cuantas vidas tuviera que gastar aproximadamente 137 millones de dólares.

Ford inicio la producción y venta del Pinto. Se estima que en la década de los setentas murieron al menos 60 personas entre llamas causadas por accidentes en los que interviniera este modelo de automóvil. Por lo menos unas 120 personas sufrieron quemaduras graves que en la mayoría de los casos requirieron años de dolorosos injertos de piel. Finalmente, después de tantos problemas Ford descontinua al Pinto.

En la problemática de este caso del Ford Pinto se puede analizar que los gerentes de Ford utilizaron los principios éticos del Utilitarismo a su  conveniencia: “no es justo que toda la sociedad page por un beneficio para evitar las muertas de un mayor número de personas”. Empezando los gerentes de Ford no contaron en su ambiciosa perspectiva que estas personas tenían familias y que el impacto emocional de este tipo de accidentes causa severos problemas en la formación de las personas relacionadas con el accidentado, por lo que el argumento de la gerencia era invalido ya que no se puede calcular el daño que se hizo con su producto y usar una perspectiva utilitarista que fundamente sus acciones.

Según la norma ISO 9000 la calidad es el “grado en el que un conjunto de características inherentes cumple con los requisitos”, entendiéndose por requisito “necesidad o expectativa, generalmente implícita u obligatoria”. Cuando una compañía vende un producto debe de seguir ciertos lineamientos de calidad que garanticen al comprador las características esenciales que hagan que pueda disfrutar de su compra. Pero hay casos, como el de Ford Pinto, en el que las empresas no siguen los procesos de calidad necesarios para que el producto cuente con las características esenciales que el cliente necesita.

El Ford Pinto no contaba con la seguridad necesaria para los pasajeros y aun así fue lanzado a la venta, teniendo conocimiento de los problemas que podría llegar a ocasionar.

Lógicamente los gerentes de Ford debían pensar que Hacer este tipo de acciones atenta contra el principio fundamental de la ética de hacer el bien y evitar el mal,  y la solución más factible hubiera sido que no produjeran más modelos del Pinto, pero desgraciadamente no fue así, y la vida de alrededor de 180 personas que fueron con la esperanza de comprar un auto compacto económico de unos 2000 dólares, fue totalmente arruinada.

La venta del Ford pinto atenta contra todas las perspectivas que se tienen acerca de la Dignidad Humana. Se entiendo por dignidad humana el derecho que tiene cada ser humano, de ser respetado y valorado como ser individual y social, con sus características y condiciones particulares, por el solo hecho de ser persona.

Con leer este simple concepto general de la dignidad humana se ve claramente que la gerencia de Ford antepuso las ganancias de la empresa y no valoro la vida de cada ser humano, ya que según ellos “la sociedad no se podía dar el lujo de pagar más por un beneficio que ahorrara unas cuantas muertes”.

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