La jungla de concreto

LA JUNGLA DE CONCRETO; La energía máxima y la trampa de la razón.

Hannia Villalobos Aldama.

Prólogo

Para el correcto entendimiento de este texto, es importante destacar dos puntos; el primero corresponde a la jungla y el segundo a la energía máxima.

Convengamos que la energía máxima a la que en este texto se le llamará Amor y que está más allá de todo, incluso que la jungla, es el nacimiento de lo existente y el determinante para lo real.

Cuando referimos a la jungla de concreto, estamos abarcando a las trampas de la razón humana, por lo tato podemos afirmar que los únicos quienes sufrirán a la jungla y la perpetuarán serán los hombres quienes han sido creados como corruptos por la razón precisamente para este objetivo. Entonces a la jungla corresponde todo lo social humano y las consecuencias de esto sobre lo real que devino del amor, en este caso son los libres, que para la jungla serán llamados como víctimas relegadas o sin alma.

Puede resultar confuso ya que muchas veces se utiliza el concepto de Jungla como la máxima de las cosas, no obstante, es importante considerar que al ser una trampa de la razón pasará como una verdad con máscara de lo real.

La estructura de la Jungla

La jungla de concreto es un organismo que mantiene todo lo inteligible completamente sistematizado y categorizado, no se sabe de dónde vino o cómo fue que se creó. Lo único asegurable es que siempre ha existido. Sería erróneo considerarla como algo perceptible en el mundo material, pues tiene más cualidad de ser deidad que de ser algo físico, es única e inmanente, sin embargo, todas sus manifestaciones tienen la característica de ser sensorialmente percibidas por sus víctimas, esa es la razón de su existencia.

Está caracterizada por una estructura casi computarizada en la que a cada acción que pareciera aleatoria corresponde una reacción determinada, cada acción-reacción concede puntos que solo juegan en favor de la jungla. Su forma física es urbana, repleta de construcciones frías y duras, donde los espacios más estrechos son en aquellos rebosantes de víctimas, pero aquellas edificaciones amplias y sobradas se encuentran vacías pues son los órganos que mantienen viva a la jungla.

Para entenderla como se maneja hay que imaginarnos una telaraña, parte de un punto muy pequeño y se va extendiendo, abarcando todo el espacio; atrapando sin salida a todo aquel despistado que tuviera le des fortuna de tropezarse con ella. Además de actuar como un fractal.

En la jungla solo existen dos reglas:

1. Eres libre si sabes pensar
2. Siempre puedes salir de la jungla

La jungla proporciona a sus víctimas todo lo que necesitan para seguirla perpetuando, pero la jungla es un órgano justo, pues te clasifica, separa y te declara como único e individuo, luego te da menos para que sufras más, pero a la jungla le das más tiempo, en cambio, mientras más tengas y menos sufras le darás más fuerza a la jungla pues serás parte de sus órganos.

En la jungla la libertad se te concede desde que naces como víctima, aunque no se te llame así, sino individuo o persona. Todos los conocimientos y experiencias que te da la jungla también han sido predeterminadas a modo de generar vitalidad para ella, pero al ser tan justa y generosa, te permite que los abstraigas según sus necesidades.

En la jungla todo es balanceado gracias a la lucha de contrarios, una tesis vs antítesis donde la única síntesis es que se siga perpetuando su poder y no la unión de dos opuestos. Por eso la jungla como es honesta les dice siempre a sus víctimas que son iguales, pues quizás sufran de excesos y carencias, pero todos cumplen su objetivo; mantenerla viva.

El mito de la jungla de concreto comprende cuatro tipos de víctimas:

1. Victimas Irónicas
2. Los Relegados
3. Choris Psychi (sin alma)
4. Pseutiki Psychi (alma falsa)

Víctimas Irónicas

Exclusivamente de los humanos, pues son quienes han sido maldecidos con la tarea de perpetuar a la jungla sometiendo todo aquello con lo que coexisten. Su ironía no solo recae en el hecho de ser quienes falsamente se creen con poder sobre todo lo demás, sino que, al vivir en el engaño de la libertad que les concede la razón, renuncian a su propia libertad.

Existen tres tipos:

1. Los lógicos
2. Los anormales
3. Los buenos

I. Los lógicos

Hay dos tipos de lógicos en la jungla:

1. Los orgánicos
2. Los Románticos

Los primeros son las victimas perfectas pues son fieles a la jungla, se reconocen libres, individuales, justos, honestos y balanceados. Todo el conocimiento que tienen es el que les da la jungla, se dedican a seguir las ordenes sin cuestionar nada ni declarar sus verdades. El amor que le profesan a la jungla es demostrado mediante el trabajo arduo y el sufrimiento de la violenta carencia.

Los románticos saben que la verdad está en cada uno y la realidad solo depende del ojo con que se mire; aman a la jungla y perpetúan sus ciclos frenéticamente, algunos hasta le escriben cartas de amor a las que suelen llamar ensayos, investigaciones, teorías. Su amor se remite a la academia y al adoctrinamiento.

II. Los anormales

Imagina que naces sin piernas en un mundo donde toda la vida transcurre de pie. Creces sabiendo que eres una anomalía irreparable de manera orgánica y los apoyos que hay para otros como tú solo se limitan a proporcionarte una silla para que descanses cada cinco cuadras de camino; entonces inventas unas prótesis que simulan la función de las piernas eficientemente logrando experimentar la “normalidad”, aunque todos a tu alrededor noten que hay algo extraño en ti que no saben describir.

Pero una vez que te volviste tan normal al punto que nadie sospecharía de tu anomalía, te das cuenta de que en esa normalidad hay incongruencias, incluso cosas que resultan contraproducentes como el hecho de caminar largas distancias, que las personas le teman al mar y que solo existan construcciones de un solo piso, comprendes la naturaleza del hombre de manera distinta, encuentras necesidades que no han sido resueltas. Pero no hay nada que puedas cambiar pues la coerción del conocimiento estructural es algo que no puedes evitar ni escapar mientras existas en la jungla de concreto.

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