La mayoría de las personas se frustran al no recibir nada a cambio. Desde la infancia se nos ha inculcado a manera de condicionamiento que todas nuestras conductas tienen una consecuencia, hagamos bien o hagamos mal

Cuando emprendas un viaje

debes rogar que el viaje sea largo,

lleno de peripecias, lleno de experiencias.

Debes rogar que el viaje sea prolongado,

que sean muchos los días de verano;

que te vean arribar con gozo, alegremente,

a puertos que tú antes ignorabas.

¡ Y QUE LLEGUES, YA VIEJO, A TU  DESTINO,

RICO DE CUANTO HABRÁS GANADO EN EL CAMINO!

“CONSTRUYENDO PARA TRASCENDER.” Por: Mtro. Pedro Bermúdez Solís.

La mayoría de las personas se frustran al no recibir nada a cambio. Desde la infancia se nos ha inculcado a manera de condicionamiento que todas nuestras conductas tienen una consecuencia, hagamos bien o hagamos mal, el refuerzo o el castigo llega.

Ese proceso de enseñanza se llama simplemente disciplina. Sin embargo en las sociedades actuales existe un dejo de inconsistencia en la aplicación de esos elementos tan simples y a la vez importantes de la disciplina.

Ante un hecho evidentemente negativo, violento, asesino o malevo, las sociedades actuales, sobre todo las de América latina, permiten y toleran la impunidad. Se realizan actos que atentan contra la vida, la salud, el medio ambiente, y estos permaneces en un estado de relativa pasividad ante los otros seres humanos que han permitido que esos actos persistan.

Para ello tendríamos que revisar nuestras formas de educar a nuestros hijos y a nuestros estudiantes, en una modalidad tal que todas las normas establecidas por nuestra razón y buen juicio sean respetadas, y que las reglas fueran ante la figura de autoridad hechas para el beneficio de la mayoría.

Este simple apartado sería por sí mismo tema para formalizar en tantas áreas del saber humano, desde la Psicología, la Filosofía, la Ética e incluso la Política. No es el afán de estas líneas ahondar en lo actos malévolos del hombre sino en su contrapeso, en aquellas acciones que nos eleven a un nivel superior de desarrollo.

        Mientras por un lado no se castigan las fechorías los seres humanos esperan con ahínco que se le premie. Cuando esto no ocurre las personas se frustran. Esperar algo a cambio por nuestras conductas buenas es una constante en nuestra especie.

Incluso Abraham Maslow, destacado humanista, en su pirámide de necesidades, uno de sus peldaños o escalones lo asigna a las necesidades de reconocimiento.

Para Maslow, no sólo es necesario que el ser humano sea aceptado por los demás sino que también sea reconocido por los demás. Los premios en halagos es en lo que más susceptible es el ser humano.

Por ende el reforzamiento más efectivo, que dura más tiempo y que además es el más económico es el reforzamiento social. Aún más si este premio es dado por una persona importante o de nivel superior, el ser humano tendrá muchas probabilidades de aumentar sus actuaciones que así sean alabadas.

Para este estado de cosas, aquí proponemos una idea superior en desarrollo humano, el desapego de nuestras acciones positivas, y la responsabilidad ante nuestros errores.

        EL DESAPEGO SIGNIFICA ROMPER CON EL ESQUEMA DEL CONDICIONAMIENTO QUE OPERA EN NUESTRA MENTE. El desapego por los resultados de las acciones que realizamos, implica un involucramiento en nuestros actos a conciencia, en nuestro trabajo, en nuestros estudios, en la conducta hacia con tu pareja, en algún pasatiempo. ¡EVITA ESPERAR ALGO A CAMBIO!

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