La muerte de Sócrates

Sócrates

La muerte de Sócrates así como su juicio siempre han sido temas de discusión, a partir del siglo XIX surgen diferentes versiones. Algunos señalan que lo acusaron los sofistas, ya que eran sus enemigos. Otra teoría habla de que se le acusa de corruptor de la juventud y de colaborar con la aristocracia. Otros opinan que se quería morir porque estaba cansado de su sabiduría. Sócrates fue patriota y creyente, en alguna parte de su vida. Pero con el paso del tiempo cambia su postura sobre el Estado Ateniense y sobre la religión. Él planteaba una existencia etérea, en donde no reconoce ningún dios como figura explicita, lo cual genera mucho descontento entre los atenienses, sobre todo entre sus enemigos. Solía debatir en los espacios públicos sobre diversos temas con todas las personas, invitaba a la juventud a cuestionar el orden establecido. En el año 399 A. C. fue acusado de despreciar a los dioses del Estado Ateniense, de crear nuevos dioses y de ser un mal ejemplo para la juventud ateniense y alejarlos de la democracia. Se señala que la condena pudo ser más leve pero él se comportó irónico con los integrantes del tribunal, por lo tanto su condena fue más dura, la pena de muerte. Pudo haber huido con ayuda de sus amigos, pero prefirió cumplir con la codena y obedecer las leyes que él siempre había cumplido como ciudadano de Atenas. Así que toma un veneno llamado cicuta. Con su muerte se convirtió en un mito y una figura de sabiduría.

Desde mi punto de vista, la muerte de Sócrates es un hecho de injusticia, ya que debieron respetar su manera de pensar. Él quería que los jóvenes cuestionaran y plantearan sus ideas sobre diversos temas. El gobierno debió valorar la sabiduría de Sócrates y aprovecharla. Él tenía derecho a un juicio justo, donde prevaleciera la libertad de opinión y no los comentarios de sus enemigos. Creo que en un Estado democrático tendría que respetarse la libertad de las personas. Sócrates era una persona sabia, sus enseñanzas perduraron a través de sus discípulos y de los siglos, y aún hoy son retomados sus ideales.

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