La obra de arte a través de la filosofía. Platón, Aristóteles y Heidegger.

La obra de arte a través de la filosofía. Platón, Aristóteles y Heidegger.

Sergio Alonso Martínez Alvarado

¿Qué es el arte? Es una pregunta  que no muy a menudo nos planteamos. Cuando vemos una obra de arte no nos preguntamos esto, sino que muchas veces tratamos de captar el propósito del artista para haber creado dicha obra. Otras veces ni siquiera alcanzamos a comprender la obra de arte misma. Sin embargo en lo que todos podríamos estar de acuerdo es en el hecho de que el artista tuvo que inspirarse de algo y además su obra de arte debe tener algún propósito.

Martin Heidegger reflexiona este tipo de cuestiones en su obra: Arte y poesía^[1], en donde se pone auténticamente en los zapatos del artista, para tratar de explicar cómo es que el artista a través de su obra de arte plasma la realidad, cómo es que en un objeto, la obra misma, puede estar contenido tanto entorno, implícitamente plasmado. El propósito de este ensayo es responder a la pregunta ¿Qué es el arte? Tratando de ponernos no en los zapatos del artista , ni en los de Van Gogh^[2]; sino en los zapatos de los filósofos que han decidido encarar el tema del arte, y buscando obtener una conclusión general, un conjunto de opiniones que le de claridad a la postura filosófica de la filosofía al arte. Consideremos las posturas de Platón, Aristóteles y Heidegger.

La filosofía tiene una base sólida para abrir la discusión a los siglos venideros con respecto al tema del arte en el diálogo Hipias mayor^[3], de Platón. El diálogo refleja una de las cuestiones socráticas fundamentales, aparte de la de la justicia y lo bueno, se trata de la cuestión de ‘¿Qué es lo bello?’. Así pues, en el diálogo, Sócrates se remontará al asunto ontológico de la belleza, y cómo es que una obra de arte, o un objeto en general puede considerarse bello.

En el diálogo, Sócrates reconoce la belleza en la estatua de oro y marfil de la diosa Atenea que Fidias esculpió para el Partenón. Es indudable que se reconoce la belleza en dicha obra de arte, pero no se identifica cómo es que participa de ésta. Sócrates se encuentra lejos de definir la belleza al usar el ejemplo de la obra de Fidias sólo para refutar uno de los intentos fallidos de Hipias por conceptualizar a la belleza.

Para los griegos era importante resaltar la utilidad de las cosas, es por esto que Hipias parece tratar de definir a la belleza cada vez desde este punto de partida, llegando a decir en una de sus definiciones que lo bello es lo útil. Sócrates sin embargo, pondrá la utilidad de la obra de arte en el placer, aquél que se origina a partir de los sentidos más nobles, como lo son la vista y el oído. Más adelante, empero, problematiza su propia concepción, como es común en los diálogos platónicos.

Ahora bien, para Heidegger el problema de la belleza es algo distinto a lo de Platón. Hay cosas que no pueden considerarse bellas, sin embargo toda obra de arte se puede llegar a considerar como algo bello. El objeto representado no, pero la obra de arte si. Esto queda definitivamente claro en el ejemplo que da con las botas de Van Gogh. En realidad las botas no pueden considerarse algo bello; están sucias y desgastadas, desalineadas y viejas. Sin embargo, al tratar de comprender al artista, descubrimos un objeto común, algo cotidiano, pero con una posible historia, con un mensaje secreto que esta detrás del mismo objeto plasmado.

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