La pena de muerte puede ser definida como el medio de autodefensa de la sociedad ante un individuo que hace peligrar el orden de esta. Utilizada desde hace décadas
Enviado por LizGP122 • 29 de Abril de 2017 • Ensayo • 1.353 Palabras (6 Páginas) • 273 Visitas
UNIVERSIDAD DEL NORTE |
ENTRE LA ESPADA Y LA JUSTICIA |
Lizeth Gutiérrez Púa |
Octubre de 2016 |
La pena de muerte puede ser definida como el medio de autodefensa de la sociedad ante un individuo que hace peligrar el orden de esta. Utilizada desde hace décadas, se ha convertido en una estrategia de justica amplia en metodologías de aplicación, las cuales se caracterizan por ser feroces, brutales y denigrantes. Por lo que, considero que la pena de muerte es una estrategia cruel e inhumana para lograr la justicia.
A continuación, expondré tres razones por las cuales la pena de muerte no debería ser considerada una herramienta de justicia:
Primero, los métodos de aplicación de la pena de muerte estaban diseñados para asegurar la tortura y degradación del ser antes de su muerte. Algunas de las prácticas más comunes son: la dieta negra, la crucifixión, el desmembramiento, la hoguera, el rostizamiento, los azotes, la horca, el ahogamiento, la decapitación, la silla eléctrica, entre otros. Juan Méndez, el relator especial de la ONU sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, expresó que la pena de muerte está muy relacionada con este tipo de tratos los cuales están totalmente prohibidos. Explica que los métodos que son utilizados para llevarlo a cabo proponen escenarios indignos y representan sufrimientos innecesarios, los cuales él categoriza como “tortura” y propone eliminar esta práctica mundialmente. (Organización de las Naciones Unidas, 2012).
A pesar que la pena capital está legalmente permitida en varias países, estas prácticas vulneran muchos acuerdos internacionales, por ejemplo: el artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”, así mismo, el artículo 5 de este documento expone: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”. A este documentos se les puede añadir: Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Protocolo núm. 6 al Convenio Europeo de Derechos Humanos, entre otros.
Segundo, la pena de muerte no contribuye a disminuir la tasa de criminalidad: La creencia popular sobre la reducción de las masas criminales por el implemento de la pena de muerte es totalmente falsa. Iván Simonovic, subsecretario general de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, declara que no existe evidencia aprobada científicamente que demuestre que el uso de la pena de muerte inhiba las tasas de criminalidad en comparación con las represarías comunes como las cadenas largas o perpetuas sin derecho a libertad condicional. (Organización de las Naciones Unidas, 2015). Por otro lado, Ban-Ki Moon, Secretario General de la ONU, asegura que es erróneo creer que la pena de muerte o capital será un factor de reducción del terrorismo, por lo contrario, expresa que este tipo de condenas aumentan la propaganda de los movimientos extremistas. (Organización de las Naciones Unidas, 2016). Varios estudios han confirmado que aplicar la pena capital no reduce las tasas de criminalidad, entre esos se encuentra el estudio realizado por Robert Dann en 1935, quien al examinar la tasa de crímenes cometidos 60 días después de una ejecución masiva en público, concluyó que los crímenes habían aumentado. Más tarde, en 1959, Sellin, y 1969, Reckless, concluyen en sus respectivos estudios que los estados que no implementan la pena capital poseen un tasa virtual de homicidio muy parecidas a los estados que si la implementan. Sellin, por su parte, adiciona que el cambio en la criminalidad de los países que deciden abolir la pena de muerte es significativo. En adición, Archer, Garther y Beitel en 1983, aseguran que al menos 14 de los estados que prohibieron la pena capital, ha experimentado un descenso en las tasas de delincuencia, (Lozada). Igualmente, David Fathi, director del programa sobre pena de muerte que lidera desde Washington Human Rights Watch declara que en los estados en lo que se aplica la pena capital, es más común encontrar índices de asesinato más elevados en comparación con los estados en los que no se usa. (Vega, 2009)
Por último, el uso de la pena capital, está sujeta a discriminación y propensos errores de juicio: Ban Ki-Moon, asegura que la pena de muerte se aplica desproporcionadamente contra las minorías. Explica que, al no poseer una representación legal adecuada, las comunidades marginadas y pobres poseen un alto porcentaje de sentencias a muerte, (Organización de las Naciones Unidas, 2016). Así mismo, Amnistía Internacional, añade que las minorías son víctimas de la discriminación dentro de los sistemas de justicia, por lo que son más propensas a obtener este tipo de represarías. Este organismo comenta que ejecutar a una persona es irreversible y definitivo, por lo que no es posible erradicar el riesgo de ajusticiar a un inocente. Por ejemplo, en Estados Unidos, son ya 150 víctimas de un mal juicio desde 1976, victimas que fueron eximidos de los cargos después de haber sido ejecutadas. (Anmistía Internacional, 2016)
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