La sepultura y el entierro de los cadáveres es una de las grandes enseñanzas del gran Céprocre

La sepultura y el entierro de los cadáveres es una de las grandes enseñanzas del gran Céprocre,^[1] primer rey de Atenas primogénito de Gea, cuyo legado se ha extendido de Atenas a todo el ática, es una sagrada costumbre transmitida de generación en generación, tan antigua como la constitución del matrimonio.

La apertura de la existencia de un hombre, a un nuevo plano, a uno eterno gobernado por la fuerza de los espíritus, comienza por su sepulcro, incluso  es norma respetada por los oriundos de Sición, Delos,Mergara,Macedonia^[2].

El sepulcro de un cadáver, es necesario para asegurar el natural paso de su alma al más allá, una obligación de los vivos para con los muertos; en especial para los seres quienes amaron en vida, los lamentos de las almas errantes son flagelos permanentes  a sus seres amados, incluso como relata Hómero,^[3] Aquiles el gran héroe , no escapo ante este clamor, durante las noches fue aboradado por su amigo Patroclo el cual no hallaba descanso ante el abandono de su cuerpo al ser asesinado en el campo de batalla.

Como primer paso para atravesar el rio Aqueronte, es necesario respetar el ciclo natural de la existencia humana, que en la complejidad de la eternidad reviste ya cuentas a los dioses. Independientemente de cual deshonrosa fue su paso por este mundo. Los muertos, aquellos ya no forman parte del imperio de ningún gobernante este mundo, su alma yace bajo el sometimiento de otro reino, más grande y poderoso que cualquiera existente en la faz de la tierra, el inframundo. Thanatos y hades son justos en sus designios, la muerte es su imperio, los muertos hacen parte de su patrimonio.

Las leyes del inframundo, no escapan ni de la voluntad de los mismos dioses, de hecho la todopoderosa Demeter,no pudo hacer nada cuando su hija persefone comió el dulce fruto del árbol de granada y esta fue condenada a no salir permanentemente del inframundo.

Polinice, un hombre nacido de la relación fratricida de Edipo y Yocasta, tuvo que presenciar la muerte de su madre bajo sus propias manos, cometió el error de abandonar a su padre y ser maldecido por este, todo esto como consecuencia de la repulsión que sentía en ese momento por ese acto y en si, su existencia misma. Polinice, aquel abdicado y expulsado por su hermano, atento luego contra Tebas de la mano de sus enemigos, para ser  finalmente asesinado, no sin antes llevarse la vida de su hermano. Cuanta desesperación de este hombre, cuantas culpas bajo sus hombros y ahora, una deshonra más para su cruel destino, su alma quedara deambulante.

Los dioses, no son ajenos a todos estos acontecimientos, por la piedad que recibe recibe Tebas de las divinidades, piedad debe tener el rey Cronte, ya que la supremacía de sus mandatos, en este caso no responde a la tradición dada por los mismos dioses a Céprocre.

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