La Ética Como Fundamento De La Educación
Enviado por pameladehesa • 5 de Febrero de 2013 • 2.119 Palabras (9 Páginas) • 585 Visitas
La Ética como fundamento de la educación
Identidad profesional y Ética en el campo docente
· La identidad profesional se manifiesta en término de roles u ocupaciones. El individuo elige un área de la realidad y dentro de esa área una especialidad que le atrae y decide estudiar para acceder a un título que lo habilite a ejercer un rol con el cual esa persona se ha identificado.
· Es un proceso en el que se jerarquizan y valoran algunas actividades y se descartan e ignoran otras, porque el sujeto se ha identificado selectivamente con ellos. De esta manera un individuo va formando su perfil de quién desea ser en el ámbito del trabajo, que es aquel en el que cree que va a poder desempeñarse mejor, participar, crecer y en el que imagina que va a sentirse más útil e integrado.
· Existe un creciente acuerdo en el sentido de que el maestro no es un mero operario de las políticas educativas sino que es una persona con la capacidad y la responsabilidad para tomar decisiones con base no necesariamente en la aplicación de conocimientos especializados sino en “su buen juicio”, en el desarrollo de criterios y parámetros racionalmente fundamentados.
· La acción del maestro estaría mejor caracterizada por la “prudencia”, a pesar de ello, los márgenes reales para que el profesor tome decisiones cruciales en la orientación de su acción pedagógica son aún limitados.
· Es necesario reconocer que conviviendo con estas tendencias también existe un fuerte deterioro de la apreciación social del maestro, una “desvalorización”, resultado de multiplicidad de factores entre los que destaca: la accesibilidad a la información, la tecnología, los medios masivos de comunicación, la desvinculación escuela comunidad, el deterioro salarial, el cambio en ciertos roles tradicionales, etc.
· La identidad ha cambiado con el tiempo:
a) En el siglo XIX fue una profesión “libre” o privada (Arnaut, 1996);
b) Más tarde fue una “profesión de Estado” aprobada por los gobiernos de los estados o la Federación. En los pueblos, el profesor desplazó en su liderazgo al sacerdote.
c) Después de la Revolución Mexicana, los maestros se vincularon a las luchas sociales, fueron “los apóstoles de la Reforma Agraria” (A. Córdova, 1989).
· El papel del docente frente del aula en la actualidad es lograr una educación para:
• La diversidad de la sociedad que está cada vez más interconectada.
• La educación permanente: por la actualización constante que requiere el progreso acelerado del conocimiento.
• El trabajo por competencias: en un mundo laboral en continua especialización.
• La selección de contenidos: en la complejidad de una red de información no siempre veraz y confiable.
• El empleo de otros espacios curriculares además de la clase magistral (seminarios, talleres, mediatecas, laboratorios, prácticas de campo, modelos abiertos y a distancia, etc.)
• Favorecer la autonomía, o la capacidad de estudio independiente.
• Fomentar la participación que lleva al aprendizaje colaborativo y al compromiso social.
• Articular interáreas, interciclos e interniveles, para romper con los modelos curriculares atomizados.
• La resolución de problemas y el trabajo por proyectos, puesto que el desarrollo más justo de todas las naciones requiere la solidaridad y la cooperación.
• La resolución de conflictos, en un mundo caracterizado por más contactos interculturales y, por ello, propenso a ciertos desencuentros entre personas y comunidades de orígenes diversos.
· Las competencias profesionales que debe desarrollar un docente son:
• Fomentar el deseo de los alumnos por ampliar sus conocimientos.
• Cuidar la adecuada convivencia escolar.
• Favorecer la autonomía moral de los alumnos.
• Desarrollar una educación multicultural.
• Cooperar con la familia.
• Trabajar en colaboración y equipo con otros compañeros.
· No hay una estructura universal, la identidad docente varía histórica y culturalmente. Pero bien hay como en todo una ética universal.
· La expresión “construcción social de la identidad” hace referencia a la diversidad de formas que puede asumir el sí mismo en función de los instrumentos socioculturales disponibles. Por ejemplo, depende de los significados sociales de las prácticas cotidianas, de su carga valorativa.
· La construcción de la identidad profesional como docente es un proceso largo y difícil que conlleva la introspección y el cuestionamiento continuo. La preparación del profesorado supone la adquisición y actualización de conocimientos y técnicas, pero también de un acompañamiento en la formación integral de la persona.
· La relación pedagógica incluye una implicación emocional y afectiva con los estudiantes que requiere apoyo, orientación y revisión continua por parte de los formadores docentes.
· El ejercicio de cualquier profesión exige responsabilidad y sentido moral. En la docencia, esto se acentúa porque se pone en juego la formación de seres humanos, así que en la personalidad moral del docente deben concurrir la equidad, la compasión y el compromiso social.
· A fin de que un centro escolar alcance altos niveles de calidad en los aprendizajes de sus alumnos, es indispensable la instalación de climas de confianza y sinceridad.
· El liderazgo democrático no invoca emociones como el miedo, abre posibilidades a una diversidad de emociones. No separa, no aleja, sino que incluye: todo aquel que se relaciona de alguna manera con el líder democrático es para él otro en la convivencia.
· Además, un líder con estas características se aleja de la demagogia. Un líder democrático señala que satisfacer las necesidades será posible algún día pero, a diferencia del demagogo, no oculta que las dificultades serán muchas y que posiblemente los frutos no alcancen para todos o que no los verán los miembros de esta generación. Es por ello que los maestros deben conocer el entorno de sus alumnos, que reconozcan sus necesidades, e identifiquen qué competencias requieren para responder a estas exigencias y cuál es su respuesta ante los cambios.
· Los maestros han sido partícipes de su propio proceso de profesionalización, continuamente buscan espacios académicos que contribuyan a su quehacer, pero junto con ello es imprescindible que día a día se cuestionen sobre el significado de su papel como docentes.
· El maestro necesita compartir sus reflexiones con sus pares, intercambiar experiencias y miradas, el trabajo de supervisión debe asumir cada vez más la tutoría y asesoría en un ejercicio de acompañamiento
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