La época en que le toca vivir a Hegel, reviste una importancia crucial

La época en que le toca vivir a Hegel, reviste una importancia crucial, tanto en el aspecto político, como en el orden cultural y filosófico.

Cumpliría los 19 años cuando estalló la Revolución Francesa y de la cual su primera expresión fue que era un “amanecer glorioso” y que “Toda la humanidad bien pensante concurre a la celebración de esta época” (Tomado de Singer, Peter. Hegel. Editorial Harla, colección maestros del pasado. México, 1983).

Para después y a manera de celebración de tan magno acontecimiento, un mañana dominical, primaveral Salió a sembrar un árbol que llamó de “la libertad”, como símbolo de esperanza, por lo que pudiera traer de bueno la revolución francesa.

Lo que actualmente se conoce como Alemania, toda su área geográfica de entonces estaba distribuida en mas de 300 estados, los ducados y las llamadas ciudades libres, todos agrupados en lo que fuera el Sacro Imperio Romano Germánico, y del cual Francisco I de Austria, centralizaba todo el gobierno.

En 1806, termino con el segundo bastión más poderoso del gobierno germánico, el de Prusia, en la batalla de Jena, lugar en donde vivía Hegel.

Hegel diría ha este respecto: Vi al Emperador –esta alma universal- cabalgando por la ciudad al pasar revista a sus tropas; es sin duda una experiencia maravillosa ver en persona a tal figura, encentrada en este punto y montada en un caballo, inclinarse sobré el mundo para luego dominarlo”.

No es posible hablar del pensamiento hegeliano, sin antes referirnos a las ideas del otro filósofo, con quien de alguna manera polemizo Hegel. Se trata de Immanuel Kant, quien publicara su critica de la razón pura en 1781, en la que imaginaba al hombre facultado para seguir una ley moral racional; la critica de la razón practica, en la que se refiere a la ética y la critica del juicio, consagrada en la mayor parte a la estética.

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