Ladron De Sabado
Enviado por maridanogg • 16 de Diciembre de 2012 • 655 Palabras (3 Páginas) • 788 Visitas
LADRON DEL SABADO
Gabriel García Márquez. Editado por Alejandra Martínez Muñoz
Hugo, un ladrón que solo roba los fines de semana, entra en una casa un sábado por la noche. Ana, la dueña, una treintañera guapa e insomne empedernía, lo descubre en fraganti. Amenazada con una pistola, la mujer entrega todas las joyas y cosas de valor, y le pide que no se acerque a su hija Pauli, su niña de tres años. Sin embargo, la niña lo ve, y él la conquista con algunos trucos de magia. Hugo piensa <<¿Por qué irse tan pronto, si se esta tan bien aquí?>> Podría quedarse todo el fin de semana y gozar plenamente la situación, pues el marido –lo sabe porque los ha espiado- no regresa de su viaje de negocios hasta el domingo en la noche. El ladrón no le piensa mucho: se pone los pantalones del señor la casa y le pide a Ana que cocine para él, que saque el vino de la cava y que ponga algo de música no puede vivir.
A Ana, preocupada por Pauli, mientras prepara la cena se le ocurre algo para sacar al tipo de su casa. Pero no puede hacer gran cosa porque Hugo cortó los cables del teléfono, la casa está muy alejada, es de noche y nadie va a llegar. Ana decide poner una pastilla para dormir en la copa de Hugo. Durante la cena, el ladrón, que entre semana es velador de un banco, descubre que Ana es la conductora de su programa favorito de radio, el programa de música popular que oye todas las noches, sin falta. Hugo es su gran admirador y. mientras escuchan al gran Benny cantando Cómo fue en un casete, hablan sobre música y músicos. Ana se arrepiente de dormirlo pues Hugo se comporta tranquilamente y no tiene intenciones de lastimarla ni violentarla, pero ya es tarde porque el somnífero ya está en la copa y el ladrón la bebe toda muy contento. Mientras el ladrón duerme llega una amiga de Ana a visitarla. La amiga de Ana encuentra al ladrón durmiendo. Ana le cuenta la verdad a su amiga y esta queda sorprendida. Deciden llamar a alguien para deshacerse de el y llevarlo a la cárcel. Pauli las convence de que es una buena persona y no merece ese trato. Ana concuerda con Pauli y su amiga decide irse.
A la mañana siguiente Ana despierta completamente vestida y muy bien tapada con una cobija, en su recámara. En el jardín, Hugo y Pauli juegan, ya que han terminado de hacer el desayuno. Ana se sorprende de lo bien que se llevan. Además, le encanta cómo cocina ese ladrón que, a fin de cuentas, es bastante atractivo. Ana empieza a observarlos y se da cuenta que el ladrón no están malo como pensaba.
Hugo repara las ventanas y el teléfono que descompuso la noche anterior, mientras silba. Ana se entera de que él baila muy bien el danzón, baile que a ella le encanta pero que nunca puede practicar con nadie. Él le propone que bailen una pieza y se acoplan de tal manera que bailan hasta ya entrada la tarde. Pauli los observa, aplaude y, finalmente se queda dormida. Rendidos, terminan
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