Las aventuras de lo feo

Otras definiciones de la belleza fijan su atención en las cosas bellas, ya sea en su realidad propia, o en su condición de objetos para un sujeto. De este modo, se libaran de las servidumbres metafísicas a un principio supremo.

1.Benedetto Croce enuncia como nota distintiva de lo bello ser “expresión afortunada “Ahora bien, es innegable que semejante “expresión afortunada” se encuentre también en obras de arte

Las aventuras de lo feo

Es indudable que históricamente, y no solo en la Antigüedad griega, lo feo se ha asociado frecuentemente con el mal y lo bello con el bien en sentido moral. Por ello, en los relatos y leyendas del pasado así como en las historias de amor del cine y la televisión en nuestro días, los personajes positivos son bellos, los malvados son feos. Por la misma razón, en los cuentos infantiles, de hadas, ya es consabido que las princesas que hacen bien o sufren mal, son bellas, en tanto que las brujas, que encarnan la maldad, son siempre feas.

Una dimensión estética positiva o negativa a uno u otro par. Ciertamente, aunque en nuestro tiempo se ha logrado conjugar, con el diseño industrial, utilidad y belleza, esto no permite concluir que un objeto útil, eficiente sea forzosamente bello por su apariencia sensible. Sin dejar de ser eficiente o funcionales, los primeros automóviles que salían de las fabricas eran verdaderamente feos. Y asimismo, un objeto inútil que ya no funciona, como los relojes de Pedro el Grande que forman parte de la deslumbrante colección que se exhibe en los sótanos del Kremlin, no deja de ser bello.

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