Las coeforas de Esquilo

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colegio de  educación profesional técnica

del estado de  Sinaloa

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Las coéforas de Esquilo

Después de 6 años de la muerte de Agamenón, Orestes su hijo, nacido poco antes de la guerra de Troya, cumple los 18 años y con ello decide volver del destierro al que lo condenó su propia madre  y tomar posesión de todo lo que su padre dejo, haciendo valer sus derechos como heredero al trono. Acompañado de su amigo Pílades, visita antes de volver a Argos el santuario de Delfos donde Apolo le ordena que vengue la muerte de su padre, ya que si omite la serie de sucesos que fueron injustamente cometidos hacia su padre se desencadenará una maldición sobre él, la cual sólo podrá detener si le arrebata la vida a los responsables de la muerte de su padre, al mismo tiempo en que escucha las ordenes de  Apolo, se acercan las Coéforas un coro de portadoras de libaciones hacia la tumba de su padre, de entre ella se encuentra la hermana de Orestes, Electra, quien había sido condenada por su madre a permanecer como esclava junto con ellas. El motivo de la visita a la tumba de Agamenón había sido un terrorífico sueño de la reina Clitemnestra donde “paría una serpiente, que ensangrentaba su seno al mamar de él”, con ello despierta y manda a dichas mujeres a llevar libaciones para calmar el espíritu de su difunto esposo, aun tratándose de su conciencia que no la dejaba estar en paz, no mostraba ningún arrepentimiento, sin embargo jamás pensó que aquel sueño estaba funcionando como advertencia. Al terminar Electra su oración hacia la tumba de su padre, se dio cuenta que había un rizo sobre ella y tuvo fe en que era una señal de que Orestes estaba de regreso, al percatarse de esto también observo pisadas de humano alrededor de la tumba y con ello confirmó que Orestes estaba cerca.

 Orestes quien estaba oculto escuchando la oración de su hermana hacia la tumba de su padre decide salir a encontrarse con ella, después de percatarse de la esclavitud a la que había sido condenada tras la muerte de su padre, entonces promete ahí mismo a su hermana que vengará la muerte de su padre, matando a su madre y a su tío,  tomando posesión de la herencia y liberándola de su esclavitud. Así mismo Orestes y Pílades acuden ante Clitemnestra y se presentan como dos peregrinos que vienen a anunciar la muerte de Orestes. Clitemnestra rompe en un fingido mar de lágrimas ordenando que den la noticia a su amante Egisto, (tío de Orestes y Electra, hermano del fallecido rey Agamenón) y que presten las debidas atenciones a los huéspedes, mientras se retira fingiendo dolor por la muerte de su hijo. Aprovechando el descuido de la reina, Orestes y Pílades acuden al encuentro de Egisto y lo asesinan como principio de la venganza, cuando uno de los esclavos grita “Ya no existe Egisto”, anunciado la muerte de este,  es cuando la reina acude a la escena del asesinato y descubre que el sueño que había tenido se convierte en realidad, antes de poder reaccionar su propio hijo la toma por sorpresa y la arrastra hasta el palacio, dentro de él pregunta a Pílades “¿Daré muerte a mi madre?” y es cuando  Pílades recuerda a Orestes la maldición a la que sería condenado si no cumplía la venganza de la muerte de su padre, a continuación se presencia una escena terrorífica donde Orestes mira a su madre antes de asesinarla y le dice “La suerte que has hecho sufrir a mi padre te condena a morir”

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