Luis Beltran Prieto Figueroa

Introducción

En el marco de la estructura cultural venezolana (1830-1935), la educación era bastante deficiente, carente de escuelas y liceos, su característica predominante es el analfabetismo, que llegó a tener un

72%. El nacimiento de la educación popular, gratuita y obligatoria en Venezuela, fue producto de un momento histórico especial, que formó parte de un movimiento a escala mundial que caracterizó la segunda mitad del siglo XIX.

En cuanto, a las condiciones de atraso reinantes a principios del siglo XX en el país y la poca disposición política de la dictadura Gomecista para mejorarlas, hacían ilusoria toda intención orientada a promover cambios en cuanto a las ideas y actitudes prevalecientes en la sociedad, así como cualquier otro propósito de superación para elevar el nivel educativo de la población.

En tal sentido, en la Convención Nacional de Magisterio, celebrada en agosto de 1943, el Maestro Prieto Figueroa, concluía: “en que nuestra educación tiene defectos que vician su tendencia democrática, y señalan que el Estado venezolano no dio nunca a la educación la importancia y la prestancia que requiere para convertirla en una educación de masas, en una educación verdaderamente popular”. (Prieto, 1990).

Sus ideas pedagógicas se gestan en la lucha contra la tiranía Gomecista, que lo impulsan a luchar y asumir el compromiso político de presentar claras alternativas que terminaran con la concepción de la educación como un privilegio de castas, para transformarlo en un derecho de todos.

Por lo tanto, es importante tener en cuenta la relevante trayectoria educativa del Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa en su momento histórico, para describir sus ideas pedagógicas.

El Grupo

Índice

Pág.

. Introducción_________________________________________________________2

I. Pensamiento Educativo________________________________________5

i. Concepción del Niño______________________________________6

ii. Concepción del Docente___________________________________7

iii. Concepción de la Escuela_________________________________9

iv. Los valores_______________________________________________10

. Conclusiones________________________________________________________12

. Bibliografía________________________________________________________13

I. Pensamiento Educativo.

Luis Beltrán Prieto Figueroa, fue uno de los intelectuales más influyentes en la Venezuela del Siglo XX. Su vida conjuga diversos aspectos: la Política y la Pedagogía formaron en él, una misma pasión indisoluble, persistente por estimular el crecimiento cultural del venezolano y elevar sus condiciones de vida.

EL maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, desarrolla sus ideas pedagógicas en relación con los fundamentos doctrinales de la democracia y sus posturas frente a la educación venezolana, en la miseria social y cultural de la Venezuela Gomecista (1908-1935). Por lo que, Luis Beltrán Prieto Figueroa dedicó parte de su vida a la lucha por el desarrollo de una educación humanista, donde el centro de la misma sea el hombre como ser social, formado con nuevos valores entre los que destaquen la justicia social, la equidad, la solidaridad, la cooperación, el amor al prójimo.

De particular importancia en su pensamiento y labor de reformador de la educación venezolana fue su tesis del “Estado Docente”, es decir, la obligación y el derecho del Estado, a intervenir en la orientación de la educación de las mayorías, para la instrucción, la cultura, la democracia, capacitándola para las metas económicas nacionales y el ejercicio de la soberanía. El Estado docente es hoy uno de los principios que orientan las políticas educativas y, como lo afirmó Prieto Figueroa, tiene como propósito pasar "de una educación de castas a una educación de masas". Una educación al servicio de los intereses nacionales.

i. Concepción del Niño.

Para Luis Beltrán Prieto Figueroa, el fin de toda educación está contenido en el derecho de aprender que tiene el niño (a) para desarrollar su personalidad. El derecho de aprender es un medio del que se vale la sociedad para asegurar su propia felicidad, su felicidad orgánica, presente y futura, suministrando al niño (a) los elementos necesarios a su natural desarrollo y perfeccionamiento. El derecho de enseñar es la consecuencia del derecho de aprender y le está subordinado en la relación de medio a fin.

Luis Beltrán Prieto Figueroa, al idear la educación como un derecho democrático concibe al niño (a), como pieza clave del sistema educativo tiene entre sus finalidades proporcionar a los niños y jóvenes una formación que favorezca todos los aspectos de su desarrollo, y que no puede considerarse completa y de calidad si no incluye la conformación de un conjunto de valores que no siempre se adquieren de manera espontánea.

Para él, incursionar en el campo de la Educación es estar estrechamente ligado a la siembra de valores supone encarar conflictos que serán encarados con flexibles contenidos de la enseñanza, creencias y saberes que se vinculan con la manera de entender la adquisición del conocimiento y el desarrollo de las habilidades en cada niño (a) como un ser único.

La interacción de los niños (as) como alumnos entre si y la relación profesor alumnos favorece la creación de valores y normas de grupo. Siendo esto elementos activadores importantes para incidir en la enseñanza aprendizaje de valores y normas.

ii. Concepción del Docente.

Para, Luis Beltrán Prieto Figueroa, el docente debe convertirse en un líder prospectivo para que pueda anticipar los problemas y asuma el cambio como una necesidad perentoria del sistema educativo. El mejor docente, en ese sentido, no es el que resuelve los problemas sino el que los anticipa.

En su momento el maestro Prieto advertía la vocación prospectiva del docente de la siguiente manera:

“El Estado educa, en primer lugar, para que adquieran armónico desenvolvimiento las virtualidades positivas del hombre (...) el docente en la educación pública en todos los grados y formas de sus tres ciclos tiene que preparar el espíritu de las nuevas generaciones para que sean capaces de integrarse a la cultura de su época.” (1985)

Para Luis Beltrán Prieto Figueroa, el docente consagra su esencialidad

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