MI DELIRIO SOBRE EL CHIMBORAZO

Mi delirio en el Chimborazo

Obra única en los escritos de Bolívar, con un contenido esencialmente poético, aquí Bolívar alcanza a dar, la idea o impresión de la pequeñez humana delante de lo infinito. Este poema, muestra el sueño de libertad de Bolívar, un sueño donde no había imposibles, pero si obstáculos, como el caso del monte, la inclinación, el frío, la altura; pero aun estos inconvenientes hacen más interesante y valiosa la llegada a la cumbre, que para Bolívar no era otra que la Libertad de los pueblos.

Para hacer referencia geográfica. Simón Bolívar escribe “Mi delirio sobre el Chimborazo” éste es el volcán más alto del Ecuador. Es además la montaña más alejada del centro de la Tierra y el Glaciar del Chimborazo es fuente de agua para la población de las provincias ecuatorianas de Bolívar y Chimborazo, este monte se consideraba a principios del siglo diecinueve (XIX), como la montaña más alta del planeta, tal vez por eso Bolívar lo consideraba el “Atalaya del Universo”.

Ya Bolívar había recorrido el Orinoco y las fuentes amazónicas, al toparse con este monte sintió una admiración tan grande que lo hizo olvidar todo lo demás, al menos por un instante. Se puede notar a Bolívar encantando con la esplendidez del mismo, y es allí donde comienza lo que él denomina “delirio”. Nombra en su poema a Alexander von Humboldt (quien no pudo llegar a la cima a causa del malestar que se siente en las alturas por enrarecimiento del aire) y Charles Marie de La Condamine, el primero militar de profesión y el segundo con un enfoque al humanismo, ambos en común geógrafos y naturalistas.

En su poema “Mi delirio sobre el Chimborazo”, Simón Bolívar narra a modo de metáfora, cómo visualizó el proyecto de la Gran Colombia en las alturas del volcán más alto de Ecuador. Allí, El Libertador de Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia, en una suerte de revelación, halló el modo de cohesionar una región a través de un proyecto común. Eran otros tiempos, tiempos de confrontación, en donde los países de América Latina tuvieron que alzar los machetes y las espadas con el objeto de obtener su independencia y autoproclamarse estados libres.

El mensaje que deja, el Delirio de Bolívar sobre el Chimborazo, una montaña de más de 6 kilómetros de altura a los pies de Riobamba, Ecuador, parece ser muy claro. Ya para el año 1822 Bolívar había conquistado respectivas victorias en Boyacá, Carabobo, Pichincha y Bomboná asegurando la libertad política de colombianos, venezolanos y ecuatorianos. En su agenda libertadora aparecían otros nombres, Perú, Bolivia y Panamá. Nada se lo impediría. Se perfilaba como el más grande de los libertadores de América, Un Bolívar envanecido por su monumental gesta emancipadora se yergue ante las prodigiosas fuerzas supra humanas que hicieron posible la creación del universo visible e invisible y todo cuanto

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