MI PIE IZQUIERDO
Enviado por CPB1629 • 17 de Diciembre de 2013 • 1.827 Palabras (8 Páginas) • 433 Visitas
RESUMEN EJECUTIVO SOBRE LA PELICULA MÍ PIE IZQUIERDO.
La historia de Christy Brown no es una historia sencilla de contar, ni siquiera de la forma retrospectiva que se utiliza en su adaptación a la gran pantalla, mediante flashbacks intermitentes que lidian entre pasado y presente. Quizá no sea única, incluso con sus peculiaridades más íntimas y personales, pero sin duda termina por ser ciertamente especial. Se desarrolla en una época en la que su condición de discapacidad es vista y entendida como algo diferente, aún no tan aceptado como hoy en día. Christy es una persona con una Parálisis Cerebral tan severa que solo le permite mover su pie izquierdo, mientras que el resto de sus extremidades están paralizadas desde el nacimiento. El hecho de tener un físico obstaculizado por una deficiencia, no quiere decir, en cambio, que aquello que hay detrás del mismo no funcione a la perfección. Por lo que debemos afirmar, sin duda alguna, que tiene cerebro, siendo inteligente, y corazón, siendo sensible.
Aunque desde pequeño siempre había sido lo suficientemente listo como para conseguir lo que quería o necesitaba en ciertos momentos, incluso sin tener posesión de una sola palabra de vocabulario, llevaba constantemente una cara que reflejaba un miedo inquebrantable. Más bien lo definiría como un sentimiento paralelo a una frustración por querer expresarse y no poder, quizá por no saber a su corta edad. Apreciar que no te entiende el mundo externo y no poder gritar qué es lo que deseas. A ello se unía un trato frío y distante por parte de sus padres, que no ayudaba a mejorar la situación, ya que era habitual que no existieran las mismas muestras de afecto con Christy que con el resto de sus hermanos.
Por un lado, el padre, inquisitivo y poco tolerante, no le consideraba nunca como uno más, menospreciando sus intentos de comunicación, sus conocimientos y hasta sus emociones. Hay un suceso concreto que provoca la aceptación de Christy por parte de su padre, siendo también un punto de inflexión para el niño ya que, a pesar de que la escritura con su pie izquierdo, si es que hay dudas hubiera sido durante años su única vía y herramienta de comunicación, es en ese preciso instante cuándo comienza a intentar querer hablar. A medida que avanza la trama se observan ciertos cambios determinantes e importantes en el padre, porque le ayuda y le atiende, pero no es constante con esa idea durante el largometraje. Por otro lado, su madre es la única que le da un trato cariñoso, pero estando enferma se hace complicado poder proporcionarle todos los cuidados que demandaba, sobre todo a edades temprana. A pesar de las adversidades, Christy y su madre siguen manteniendo una estupenda relación, llena de amor y apoyo incondicional mutuo. Debido a varios incidentes queda al cuidado de Christy, la mayor parte del día, una vecina suya. Esta nueva intérprete, que entra a formar parte de la vida del niño, suele exponerle las cosas que ocurren en sus rutinas diarias como lo haría con cualquier igual de su edad, aunque a veces exagera llegando a parecer explicaciones y tratamientos pensados para alguien más pequeño.
Y como consecuencia de ello, la misma pregunta de siempre, retumba en nuestros oídos: ¿entonces, qué trato es mejor? Debemos tener en cuenta para responder a esta constante duda, lo mucho que hemos mejorado y avanzado en múltiples aspectos. Sin embargo, hemos de comentar las diferencias marcadas entre el ayer y el hoy, por ejemplo mediante el uso de ciertos términos poco adecuados en la película: «retrasado mental», «deficiente», «pobre idiota desgraciado», «tullido», «inválido», etc. Verdaderamente, en aquel tiempo eran personas que, no solamente estaban consideradas como seres con menos capacidades, sino que se les trataba como tal. Todos terminaban por regañar a Christy y echarle la culpa cuando algo, de condiciones negativas, sucedía. Hay que remarcar que ciertamente se implican en sus cuidados más básicos y esenciales, ya sea la higiene y la comida. Respondiendo a la pregunta, desde mi punto de vista, debemos tratar a las personas con discapacidad como personas que mantienen un determinado desarrollo general, estando de acuerdo en que no es idéntico al típico. Eso quiere decir que nuestras intervenciones deben adaptarse, al igual que ocurriría con cualquier otro, al máximo número posible de necesidades tanto grupales como individuales, del tipo que sean. Asimismo, hay que conseguir que sean partícipes de la mayor parte de realidad que esté a nuestro alcance, que pisen firmemente este mundo para que cuando sean adultos tengan la posibilidad de ser, además, autónomos e independientes. Cuando Christy se hace mayor, podemos ver escenas en las que alegremente ríe con la familia al completo, viviendo en un ambiente de integración, creado por aquellos que le quieren y a quienes importa. No hay vergüenza ajena por parte los que le rodean, simplemente le admiten como uno más, como quien definitivamente es, con sus aspectos malos y buenos. A todos y cada uno de ellos les ha costado su particular duelo superar la discapacidad de un hermano, un hijo, un primo o un sobrino, pero finalmente llegan a la idealizada conclusión de que todos son necesarios para todos.
Es muy curioso ver la forma en que, retomando la personalizada adaptación de la inclusión de personas con discapacidad en plena convivencia de un barrio obrero, los hermanos de Christy y algunos de
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