MORALIDAD DEL ABORTO

LA MORALIDAD DEL ABORTO

LUISA FERNANDA VARON ROJAS

COD: 20751923558

UNIVERSIDAD ANTONIO NARIÑO

FACULTAD DE DERECHO

DERECHO PENAL 4. CONDUCTAS PUNIBLES II

NEIVA

Debemos partir de un punto importante y es el saber y contextualizarnos sobre que es el aborto, de qué forma ha sido aplicado en nuestro territorio nacional.

De esta manera, podemos decir que el aborto es la Interrupción Voluntaria del Embarazo, también conocido por sus siglas IVE; el cual consiste en terminar definitivamente con el embarazo. Mediante la Sentencia C-355 del 2006 de la Corte Constitucional se constituyó un avance importante para la garantía y  ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en Colombia, la cual permitía únicamente acceder a practicarse un aborto en 3 causales. Ahora bien, 16 años después la Corte Constitucional ha tomado una nueva decisión en torno a las causales y tiempo para practicarlo, dando paso a la despenalización del aborto hasta las 24 semanas de gestación y se encuentra regido en la Sentencia C-055 del 2022. Sin embargo, si el embarazo se desea interrumpir después de las 24 semanas de gestación se podrá practicar únicamente dando paso exclusivo a las causales plasmadas en la Sentencia C-355/2006.

Las mujeres en Colombia, hoy pueden acceder a practicarse un aborto libre, legal y seguro garantizando de esta manera un buen procedimiento e incluso garantizando el Derecho Fundamental a la Vida; ya que en un sin fin de casos los abortos los practican clínicas clandestinas que de forma abrupta lo realizan y causan la muerte. De igual forma pasa con los métodos naturales que se utilizan.

un número fundamental de individuos bastante conservadores en el asunto del aborto no adoptan esta postura tolerante y por el contrario creen que los gobiernos deberían prohibir el legrado, como también es conocido, y varias de ellas han dedicado sus vidas a lograr tal objetivo. Sin embargo, esos conservadores que creen que la ley debe prohibir el legrado reconocen varias excepciones. Es una crítica bastante común, ejemplificando, que el legrado debe permitirse una vez que se necesita para rescatar la vida de la mamá.3 No obstante, esta exclusión carece además de consistencia frente a cualquier religión que dicte que el feto es una persona con derecho a la vida. Ciertos aseguran que en esta situación está justificado que la mamá aborte pues actúa en legítima custodia; empero cualquier legrado seguro es practicado por alguien más, un doctor, y bastante escasas personas creen que se encuentre moralmente justificado que una tercera persona, inclusive un doctor, mate a una persona inocente para rescatar a otra.

Los conservadores en temas de legrado constantemente aceptan otras excepciones. Ciertos creen que este es moralmente permisible no únicamente una vez que se necesita para rescatar la vida de la madre, sino además una vez que el embarazo es resultado de una violación o incesto. Cuantas más excepciones de esta clase se admitan, más evidentemente resulta que la contraposición conserva dora al legrado no presupone que el feto es una persona con derecho a la vida. Podría ser contradictorio insistir en que el feto tiene un derecho a la vida que es suficientemente fundamental como para justificar la prohibición del legrado (incluso una vez que el origen del infante vaya a arruinar la vida de la mamá o de la familia), sin embargo, que, sin embargo, tal derecho a la vida deja de existir cuando el embarazo es el resultado de un crimen sexual del cual el feto es, por supuesto, completamente inocente. Por otro lado, Las opiniones liberales acerca del legrado no derivan sencillamente de la negación de que el feto sea una persona con derecho a la vida; presuponen que cualquier otro costo fundamental está en juego. Para Peggy Noonan, una redactora de discursos para la Casa Blanca durante la administración de Ronald Reagan, dijo que cuando estaba en la universidad consideraba “el aborto como una mera operación quirúrgica”.

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