Monografia obre pedagogia del oprimido filosofia educacional

Introducción

En este trabajo voy a realizar una relación entre el libro pedagogía del oprimido de Paulo Freire y los temas vistos en clases de Filosofía Educacional, también me apoyare en diferentes autores que citare para apuntalar mis opiniones y pensamientos sobre los temas desarrollados.

Luego presentare la canción que elaboramos en clases y una explicación sobre cómo fue creada y de donde surgió la inspiración.

Por ultimo nos acercaremos al final del trabajo postulando una relación entre los contenidos desarrollados en este trabajo con otros 2 temas de distintas áreas curriculares de la carrera, una propuesta formal de practica curricular, donde se desarrolle el tema que elegí y que podrán apreciar antes de la conclusión, al final del trabajo encontraran un poema de mi autoría.

Espero que al recorrer las letras de este trabajo se note el gran esfuerzo que hay en él y las horas que invertí para terminar de pulirlo, con la esperanza de que sea digno de un alumno de 2° año del profesorado.

Por supuesto todo esto es una elaboración personal y en él se verán reflejadas mis opiniones, expresiones e ideas.

Al comienzo el ser humano solo pensaba en comer, dormir y reproducirse, luego más pronto que tarde se dio cuenta que era insignificante, un ser indefenso y lleno de temor, temor a estar solo, a morir, al dolor, pero sobre todo temor a lo desconocido. Fue este temor el que impulso al ser humano a buscar la unidad, formar sus tribus, ser mejor que los demás, y siempre buscar el conocimiento en su ansia de poder para escapar del miedo que tanto lo agobia.

Este temor volvió al ser humano, un ser despreciable y extremadamente ambicioso, ávido de poder e insaciable, pero entre tanta mugre, algunas flores siempre crecen.

Cuando aprendimos a comunicar nuestros conocimientos y así transmitirlos de generación en generación, aprendimos que el miedo es efímero (aunque a veces lo olvidemos) al menos el miedo a la muerte, ya que algo nuestro siempre perdura en el otro. Tras siglos de evolución la educación se impuso y fue mejorando nuestras vidas, luego del trabajo de grandes pensadores y formadores de maestros, se fue puliendo la transmisión de conocimientos y dio lugar a la socialización educativa, ya no solo se transmitía el saber sino cómo aprenderlo, dando lugar al moldeado de la mente, el espíritu y el cuerpo de los individuos.

En algún punto la educación comenzó a ser usada por los gobiernos como una forma de controlar al pueblo, de mantener a los jóvenes ocupados y a sus padres trabajando, gran parte de nuestras vidas la pasamos en un sistema educativo que no se enfoca en perfilar nuestras habilidades, sino en tallarnos para darnos forma de engranaje, la próxima pieza de la mecánica social, pieza que si no encaja es desechada y juzgada por todos los demás, observándonos desde sus puestos privilegiados en el sistema del que son meros fragmentos de reloj.

Cuando somos niños tenemos sueños, metas que queremos cumplir al crecer, es la interacción con la sociedad donde estos sueños se van muriendo y la institución socializadora por excelencia es la escuela.

Ser diferente no está permitido, el pensar de otra manera es causa de opresión y corrección, somos juzgados por los grupos desde pequeños, por nuestras opiniones, nadie es independiente, somos con respecto a la sociedad que nos da forma, y si quienes nos dan forma carecen de ideas y solo repiten discursos genéricos para sofocarnos, en ese caso estamos perdidos.

Ya lo entendía en su época el autor Juan Comenio el cual tenía una visión totalmente distinta de la educación, la cual tomaron y sodomizaron.

“la educación ha de aspirar sobre todo a formar seres humanos”^[1]

En esta pequeña pero profunda frase se puede notar la visión que tenía sobre la educación, su libro didáctica magna fue una guía para la creación y la pedagogía en las escuelas. Lamentablemente desde mi punto de vista, nada queda hoy en día de la “didáctica magna”.

Hay una educación que nos está prohibida, a la cual no podremos acceder nunca quienes no nacemos, como se dice vulgarmente, “en cuna de oro”.

Muchas personas nacen y mueren sin saber leer ni escribir, esto lo tenía bien en claro el autor de pedagogía del oprimido Paulo Freire, el cual desarrollo un método de alfabetización revolucionario para su época.

Sin educación nunca podremos conocer nuestros derechos y mucho menos exigir que se cumplan, el mundo es cruel y no espera por nadie, como leí por ahí, el ser humano se divide en lobos y ovejas, y quienes nacemos pobres, muy seguramente moriremos pobres por más esfuerzo que pongamos en no hacerlo, porque hay un orden sistematizado y grabado profundamente en las instituciones de la sociedad que te impiden llegar a lo más alto, si todos fuéramos ricos, ¿quiénes serían los explotados que trabajen?

Contra esta explotación quiere enseñarnos a luchar Freire, centrándonos en un trabajo altruista y casi positivista para cambiar el mundo.

…La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora, tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero en el cual los oprimidos van descubriendo el mundo de la opresión y se van comprometiendo en la praxis, con su transformación, y el segundo, en que una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación…^[2]

El buscaba llevarnos a una revolución intelectual, cambiar el mundo enseñándole a quienes realmente tienen el poder de cambiarlo, los oprimidos.

Son esos oprimidos los únicos que pueden darle vida a una nueva pedagogía, la cual tiene en cuenta el entorno de los individuos, sus conocimientos previos y sus derechos, para de este modo modificar sus vidas e insertarlos en un mundo en constante cambio superficial, pero cuyas raíces son tan arcaicas como en la época feudal.

Siempre que hubo un amo, lo acompaño uno o varios esclavos, ya desde los inicios del mundo el ser humano utilizaba a seres más “débiles” para tener más comida y comodidades, lo que se traslada hoy en día a la economía y el poder.

Ya hablamos de que fue el temor el que impulso al hombre a cambiar, el mismo temor es el que lo fue transformando, el ser humano empezó a comprender los fenómenos que ocurrían a su alrededor a los que siempre le tuvo miedo, pero a más información se le añaden nuevos temores, y es aquí donde la ambición de poder nos muestra, quizás, el lado más perverso del ser humano hasta ahora.

El poder no se gana se impone a través de la fuerza, y es el dinero lo que nos otorga más poder sobre los demás, muchos por nacer en familias ricas, otros por ganar dinero y volverse uno más de los acaudalados del mundo, se creen en el derecho de explotar a los más débiles, tomando todo de ellos, hasta la esperanza.

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