Nada De Nada
Enviado por juanpenezote • 19 de Junio de 2015 • 605 Palabras (3 Páginas) • 156 Visitas
Leer es brindar la oportunidad de viajar a lugares desconocidos a través del tiempo, de la historia, personajes, la lectura es una construcción cultural y para transmitir esta cultura nos disponemos a utilizar nuestro principal instrumento, el lenguaje. Aunque las imágenes, en un mundo como el nuestro, han cobrado una importancia relevante como fuente de socialización y, con ello, el desarrollo de nuevas habilidades para el reconocimiento de un renovado lenguaje icónico, la palabra impresa sigue formando parte esencial de los procesos de comunicación y un elemento básico para la información.
La lectura como fuente de socialización, puede suponer el mantenimiento del orden establecido sin trabas críticas, pero también puede formar un individuo más crítico y libre, que no acepte sin más lo que se le impone. No es casualidad que los gobiernos teman a los lectores y pretendan eliminar los libros para destruir un instrumento de revolución; y es que, efectivamente, leer puede ser un instrumento de sometimiento o una afirmación individual que nos puede hacer libres, solidarios, críticos e independientes. No se puede controlar al que lee libremente.
El lector descubre a través del texto otras realidades y puede llegar a interpretar de forma crítica la suya propia. De esta manera, no puede controlarse el orden establecido, lo que pone en peligro el sometimiento del individuo a las instancias de poder: instituciones, ideologías políticas o religiones. Por ello, aún hoy, no es extraño observar lugares donde se quiere controlar la lectura y actitudes contradictorias en algunas instancias de poder que, mientras recomiendan la lectura, no ponen los medios necesarios para facilitar y generalizar los comportamientos lectores; pues la lectura generalizada y libre, supondría personas más formadas, más críticas y, sin duda, más independientes.
Pero la lectura y la escritura son fenómenos construidos socialmente, a los que se les añade una serie de capacidades que han de tener un valor social, con un significado cultural dentro de su contexto. Por ello, el proceso lector no se reduce a saber leer y escribir, sino que también son sus objetivos la adquisición del razonamiento abstracto y del pensamiento independiente y crítico.
En nuestra sociedad, por mucho que se trate de fomentar la lectura placentera, a la actividad lectora se le suele dar importancia por su dimensión instrumental. La lectura suele asociarse con la actividad intelectual, con el aprendizaje, con el estudio y, básicamente, con la transmisión de información y la adquisición de conocimientos. Podemos preguntarnos si la lectura es una actividad imprescindible cuando un número considerable de personas, en torno a la mitad de la población, no leen y no parece que ocurra nada. El éxito social no depende del nivel cultural. El éxito social pasa por el consumo y la lectura queda relegada en un
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