Neoliberalismo

Neoliberalismo. Luis de Sebastián. (fragmento)

El neoliberalismo es una corriente de pensamiento y una práctica política que tomó fuerza a finales de los setenta y los ochenta, que da prioridad a las soluciones de mercado para todos los problemas económicos y sociales de nuestro mundo.

Se llama neoliberalismo y no liberalismo a secas, porque surge en un contexto diferente al que había cuando surgió el primer liberalismo. El actual nace y crece en sociedades plenamente democráticas, en las que los derechos sociales y laborales son plenamente reconocidos. En sociedades cuyas actividades económicas están ya básicamente organizadas en torno a mercados libres, aunque regulados y a veces intervenidos por las autoridades.

Surge a medida que se agota el modelo de economía mixta que, entre 1947 y 1970, había tenido grandes éxitos en la reconstrucción y el desarrollo de las economías destruidas por la guerra.

En el contexto de la economía mixta crecieron y se desarrollaron las medidas de protección social y los bienes públicos que conocemos como “Estado de bienestar”. En este ambiente creció también el poder de los sindicatos –objetivo privilegiado de las iras neoliberales- así como otro tipo de asociaciones y movimientos ciudadanos para pedir cuentas a gobernantes y empresarios sobre las decisiones económicas que afectaban el bienestar de los ciudadanos.

Base teórica de la economía mixta fue el pensamiento de John Maynard Keynes, que afirmaba que la economía puede estar en equilibrio en un nivel de renta nacional que no es suficiente para conseguir el pleno empleo de todos los recursos productivos y especialmente el trabajo.

En los años 50’s aparecieron en Estados Unidos algunos economistas como Milton Friedman y su Escuela de Chicago que trataron de reducir el campo de intervención de las autoridades en la economía, convirtiéndose en los precursores del neoliberalismo.

A fines de los 60’s, coincidiendo con la escalada militar de Estados Unidos en Vietnam las cosas comienzan a ir mal en la economía mundial. En esa coyuntura, cuando fallaron los mecanismos de producción de riqueza el descontento se volvió contra el mecanismo de distribución y en primer lugar contra el poder de los sindicatos. Poco a poco, economistas y políticos llegan a la conclusión de que se equivocaron con la economía mixta. “El Estado no es la solución, el Estado es el problema”, se dice, y se va fraguando una nueva forma de vida económica.

Las ideas contra el papel del Estado y el Estado de Bienestar circulaban en sectores académicos y políticos. Fueron Margaret Thatcher en el Reino Unido y Ronald Reagan en los Estados Unidos quienes pusieron en práctica la fórmula neoliberal.

El neoliberalismo profesa que el mercado libre coordina adecuadamente las acciones individuales de carácter económico para conseguir un acervo de riquezas mayor del que se podría conseguir por otros medios. Se afirma que la racionalidad de los agentes individuales, familias y empresas, que buscan un máximo de ventaja en las transacciones económicas que hacen, asegura el uso más eficiente de los recursos escasos de la economía.

Sin embargo el mercado no es más que una abstracción, una entidad metafísica, inobservable y dotada de propiedades que no se reconocen en los mercados reales. Tal entelequia llamada mercado se convierte, por obra y gracia de los neoliberales, en principio ordenador de la economía, es decir de los millones de transacciones que cada día realizan las empresas, las familias, los individuos y las autoridades.

Los neoliberales no reconocen otro criterio de eficiencia que el análisis costo-beneficio. Son incapaces de reconocer los beneficios monetarios y no monetarios que la intervención de las autoridades proporciona a los ciudadanos, sobre todo a aquellos a quienes los mercados les niegan sus favores (por no tener dinero, obviamente).

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