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Neoplatismo


Enviado por   •  26 de Abril de 2013  •  1.334 Palabras (6 Páginas)  •  594 Visitas

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Hemos visto cómo tanto los cínicos, como los estoicos y los epicúreos tenían sus raíces en Sócrates. También recurrieron a presocráticos como Heráclito y Demócrito. La corriente filosófica más destacable de la Antigüedad estaba inspirada, sobre todo, en la teoría de las Ideas. A esta corriente la llamamos neoplatonismo.

El neoplatónico más importante fue Plotino (205-270 d. de C.), que estudió filosofía en Alejandría, pero que luego se fue a vivir a Roma. Merece la pena tener en cuenta que venía de Alejandría, ciudad que ya durante cien años había sido el gran lugar de encuentro entre la filosofía griega y la mística orientalista. Plotino se llevó a Roma una teoría sobre la salvación que se convertiría en una seria competidora del cristianismo, cuando éste empezara a dejarse notar. Sin embargo, el neoplatonismo también ejercería una fuerte influencia sobre la teología cristiana.

Plotino hablaba sobre el saber pitagórico y platónico así como sobre el ascetismo; fue tal la impresión que causó sobre sus oyentes que algunos de ellos dieron sus fortunas a los pobres, libertaron a sus esclavos, y dedicaron sus vidas al estudio y a la piedad ascética. A la edad de 60 años, con el permiso del emperador romano Galieno, intentó fundar una comunidad de naciones basada en el modelo de La República de Platón, pero el proyecto fracasó a causa de la oposición de los consejeros de Galieno. Plotino siguió enseñando y escribiendo hasta su muerte. Sus obras comprenden 54 tratados en griego, llamados las Enneadas, seis grupos de nueve libros cada uno, adaptación hecha probablemente por su alumno Porfirio, que corrigió sus escritos.

Te acordarás de la teoría de las Ideas de Platón. Recuerda que él distinguía entre el mundo de los sentidos y el mundo de las Ideas, introduciendo así una clara distinción entre el alma y el cuerpo del ser humano. El ser humano es, según él, un ser dual. Nuestro cuerpo consta de tierra y polvo como todo lo demás perteneciente al mundo de los sentidos, pero también tenemos un alma inmortal. Esta idea había sido muy conocida y extendida entre muchos griegos bastante antes de Platón. Plotino, por su parte, conocía ideas parecidas provenientes de Asia.

El sistema de Plotino se basa sobre todo en esta teoría platónica, pero mientras Platón manifestaba que los arquetipos establecen el vínculo entre la divinidad suprema y el mundo de la materia, Plotino aceptaba la doctrina de la emanación. Esta doctrina supone la transmisión constante de fuerzas del ser absoluto, o lo Uno, a la creación por medio de distintos agentes; el primero de ellos es el nous, o inteligencia pura, de la cual emana el alma del mundo; de ésta, a su vez, emanan las almas de los seres humanos y los animales, y por último la materia. Los seres humanos, en consecuencia, pertenecen a dos mundos, al de los sentidos y al de la inteligencia pura. Puesto que la materia es la causa de todo mal, el objeto de la vida debería ser escapar del mundo material de los sentidos, y de aquí que las personas abandonaran todos los intereses terrenales por los de la meditación intelectual; mediante la purificación y el ejercicio del pensamiento, las personas pueden elevarse a sí mismas hasta la intuición del nous, y por último, a una completa y extática unión con lo Uno, que es Dios. Plotino afirmó haber experimentado este éxtasis divino en varias ocasiones durante su vida.

El alma universal, no obstante, al constituirse como un puente entre el nous y el mundo material, tiene la opción de preservar su integridad e imagen de perfección o bien de ser sensual y corrupta por entero. La misma elección está abierta a cada una de las almas inferiores. Cuando, por la ignorancia de su verdadera naturaleza e identidad, el alma humana experimenta un falso sentido de distancia e independencia, se vuelve presumida de un modo manifiesto y cae

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