Nietzche Crítica a la moral.
Enviado por jemy980810 • 15 de Julio de 2015 • Síntesis • 1.393 Palabras (6 Páginas) • 246 Visitas
Nichee
Crítica a la moral.
Uno de los argumentos fundamentales de Nietszche era que los valores tradicionales (representados en esencia por el cristianismo) habían perdido su poder en las vidas de las personas, lo que llamaba nihilismo pasivo. Lo expresó en su tajante proclamación "Dios ha muerto". Estaba convencido que los valores tradicionales representaban una "moralidad esclava", una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los valores implícitos en tales conductas servían a sus intereses. Nietzsche afirmó el imperativo ético de crear valores nuevos que debían reemplazar los tradicionales, y su discusión sobre esta posibilidad evolucionó hasta configurar su retrato del hombre por venir, el 'superhombre' (übermensch).
El error de la moral tradicional se caracterizaría por su antinaturalidad, ya que impone leyes e imperativos que van en contra de los instintos primordiales de la vida. Además, el ideal de esta moral es el imperio de la virtud, o "hacer al hombre bueno", aunque sealmente convierta al hombre en esclavo de esa ficción.
La moral cristiana se consolidaría para Nietzsche como valor supremo, valor que no está en este mundo. La moral tradicional, pues, postula otro mundo, que es el mundo del más allá o de la perfección platónica, y por tanto, los valores que han prevalecidos hasta ahora son ficticios, propios de los débiles.
El moralista desprecia todos los valores del yo, siendo el altruismo la norma suprema de conducta. El altruismo es entregarse a los demás sin esperar nada a cambio. El altruismo no es más que una justificación de decadencia personal.
En conclusión : la lógica de esta moral consiste en una alteración de la personalidad, porque considera que lo poderoso y lo fuerte es algo suprahumano y en cambio lo débil y lo vulgar es propio del hombre. Las acciones elevadas no son propias del hombre sino de otro yo más perfecto que se denomina Dios.
. El superhombre
Piensa Nietzsche que el hombre es un ser miserable e inmundo, un ser a medio hacer, un puente entre la bestia y el superhombre, un paso de la pura animalidad a la superhumanidad. Es su destino, pero en su recorrido evolutivo poco ha sido todavía lo alcanzado: <<Habéis evolucionado del gusano al hombre, pero todavía hay mucho de gusano en vosotros>>.
El hombre es como una enfermedad en el universo, y es el único animal que todavía no ha llegado a consolidarse. La vida humana conlleva un grave riesgo: o vencer al hombre mediante la superación, o volver a la animalidad primitiva. Mientras todos los animales han producido algo superior a ellos, el hombre se resiste a evolucionar, no quiere abandonar lo valores del pasado y dar un nuevo sentido a la humanidad. Está pues, a diferencia del animal, vuelto al futuro y concibe ideales, cuenta destinos. Pues bien, habría según Nietzsche tres versiones del ideal humano: El ideal estético, donde el ideal humano es interpretado como tragedia, donde se armonizan lo dionisiaco y lo apolineo. Lo dionisiaco representa la embriaguez desenfrenada de vivir y lo apolineo representa la armonía de forma y el resplandor de la belleza. Pero también el ideal científico, que concibe el ideal humano como sabiduría: el hombre sabio conoce la realidad del mundo con todas sus miserias, y por eso afirma enérgicamente la vida. Por último, el mayor ideal, el superhombre, donde se integra y sintetiza el radical cambio de valores que propone Nietzsche.
De acuerdo con Nietzsche, las masas (a quien denominaba "rebaño", "manada" o "muchedumbre") se adaptan a la tradición, mientras su superhombre utópico es seguro, independiente y muy individualista. El superhombre siente con intensidad, pero sus pasiones están frenadas y reprimidas por la razón. Centrándose en el mundo real, más que en las recompensas del mundo futuro prometidas por las religiones en general, el superhombre afirma la vida, incluso el sufrimiento y el dolor que conlleva la existencia humana. Su superhombre es un creador de valores, un ejemplo activo de "eticidad maestra" que refleja la fuerza e independencia de alguien que está emancipado de las ataduras de lo humano "envilecido" por la docilidad cristiana, excepto de aquéllas que él juzga
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