Nuestra actitud frente a la inminencia de desidealización

En el momento en el que nuestra pobre y ambigua imaginación inicia su rumbo hacia la incertidumbre, nos sentimos bien cuando se aventura en la felicidad. De ahí empezamos a soñar una vida diferente, sin problemas, sin dificultades, un mundo el cual somos perfectos y nos asemejamos a un Dios. Sin búsqueda de superación y sin defunción. Y, por tanto, también sin carencias y sin deseo: un océano de mermelada sacra, una eternidad de aberración, "Metas afortunadamente inalcanzables, paraísos afortunadamente inexistentes".

Todas estas fantasías serán inocentes e inocuas, sino fuera porque constituyen el modelo de nuestros anhelos en la vida practica.

Sin embargo, retornando a la realidad que se ha de vivir, donde reinan aquellas mentiras duraderas y sostenibles con las cuales llegamos al punto de crear la ambigua idea de una “seguridad garantizada”. Con esto podemos decir que el problema no radica solo en alcanzar nuestras metas y lograr nuestros proyectos, sino, ellos mismos y la forma en cómo los deseamos.

Con esto nos alejamos de aquella relación humana inquietante, compleja y diferente para así tomar dicha seguridad en un camino que nos mantiene limitados y nos hace retroceder en el campo de la razón, dejando así la idea de algo nuevo y apartando lo que en un principio el hombre buscaba para así tener una doctrina global que se limita en cada ámbito.

En lugar de discutir un razonamiento se le reduce a un juicio de pertenencia al el otro -y es, en este sistema. Sinónimo de enemigo-, o se precede a un juicio de intenciones. Entonces se llega aquel punto en que no son aceptadas aquellas objeciones y contra argumentos, al igual que toda diferencia dada: el que no está conmigo, esta contra m í, y el que no está completamente conmigo, no está conmigo. Así como hay, según Kant, un auténtico abismo de Ia acción, que consiste en Ia exigencia de una entrega total a Ia "causa" absoluta y concibe toda duda y toda crítica como traición o como agresión.

Y así podemos afirmar que esta sociedad no quiere saber nada sobre el respeto, ni de la dependencia, ni la vigencia de las normas universales. Encontramos así que estos valores toman el papel de ser defectos y males para esta sociedad, los cuales se basan en un rígido escepticismo. Porque el respeto y las normas solo adquieren vigencia, allí, donde el amor junto al entusiasmo dan una entrega omisa para así nunca alcanzar unas verdaderas relaciones humanas.

Pero lo que ocurre cuando se avecina la gran desidealización no es generalmente que se aprender a valorar positivamente lo que se produce entonces, sino, es una verdadera ola de pesimismo, escepticismo y realidades únicas. Sin embargo, hay que seguir luchando por alcanzar una sociedad que sea diferente en todo sentido, tanto así, que deje a un lado la paranoide interpretación del significado de la lucha; en la cual se mantenga los valores del respeto y la tolerancia frente a la diferencia ya que nos sumergimos en la observación de nuestros fracasos y desgracias que mantienen una felicidad a medias.

Aquí traemos la idea de una doble falsificación frente a lo que es la reciprocidad lógica, la cual apartamos de nuestros pensamientos todo el tiempo, llegando al punto de la inercia frente al respeto ya que se termina irrespetando a nuestro propio ser; por esta razón es que no hay un método que nos ayude junto a la crítica y así toleramos hasta las ideas y acciones sin sentido moral y ético; dejándonos influenciar por aquellos factores que hacen que nuestra vida y forma de actuar sea sencilla y que mantenga un límite y así olvidándonos y rechazando todo el camino que hemos forjado gracias a la razón puesto que el hombre cree que ya es suficiente y no hay nada más que pueda encontrar en su inmenso mar de ignorancia.

Siguiente a esto, con el capitalismo se fortalece aquel facilismo, cosa que vemos que refuta Marx y Goethe; criticando al hombre por pisotear las cenizas de sus logros y actuando con un cinismo desmedido, con esto Dostoievski nos muestra como son esas relaciones interhumanas las cuales se caracterizan por su sencillez y simplicidad la cual se destaca por convertir a una sociedad en vasallos que tan solo se interesan por el poder y un respeto basado en el miedo, y así dándole el amor necesario a aquellas cadenas que son forjadas por la seguridad que siente el hombre ya que evitan la angustia de la razón ya que el hombre hoy en día prefiere esperar un líder o alguien que tome el control para así liberarnos de nuestros flagelantes yugos que forman la facilidad, dándonos así un enfoque distinto y conformista para sí llegar a la rebelión; así este enfoque nos permite decir como Fausto:

"También esta noche, tierra, permaneciste firme.

Y ahora renaces de nuevo a mí alrededor.

Y alientas otra vez en mi Ia aspiraci6n de luchar sin descanso par una altísima existencia".

Así vemos que las personas encargadas del estudio de la educación se enfrentan al compromiso social que adquieren, como lo hace Estanislao Zuleta, y así nos invitar a hacer una reflexión sobre lo que es la facilidad de las cosas y mediante la ironía llegar a entenderla de la mejor manera, la cual cambiemos nuestros pensamientos; tal cual lo muestra en la obra “Elogio de la dificultad”.

Así nos otorga un replanteamiento frente a nuestra forma de actuar la cual puede ser de tipo fácil y elocuente y no como debería ser, difícil para así encontrar un mejor razonamiento y cierta felicidad que logramos alcanzar; y con esto nos muestra que es esencial el disentir dentro de la educación y ser parte del desarrollo de aquellas personas que toman el riesgo de cierto libertinaje el cual es base del emprendimiento el cual transformará la sociedad y mantendrá una vida en la cual se esfuercen y se mantenga en cierto punto el cual sea merecido por aquellos que lo crearon en la cual se cree una verdad absoluta y el más grande acercamiento a una utopía.

En

...