ONCE MINUTOS

El libro no se centra en el estudio de la prostitución, como quiere dejar claro el autor, sino en la búsqueda o el encuentro del cuerpo y el alma. El ser humano como ser sexuado y poseedor de este instinto necesita expresar, explorar, aprender, compartir y vivir su sexualidad.

Nuestra sexualidad en estos tiempos está en crisis. Nuestra protagonista da muestra de ello: Algo iba muy mal en la civilización; y este algo no era la deforestación amazónica, ni la capa de ozono, ni la muerte de los pandas, ni los alimentos cancerígenos, ni la situación de las cárceles como gritaban los periódicos. Era exactamente en lo que ella trabajaba: el sexo. Libros, manuales, vídeos, debates televisivos hablan de sexo, sin embargo nadie se dirige al conocimiento espiritual de las almas.

Vivir la sexualidad es claramente llegar al fondo de lo que uno es, las técnicas son lo de menos, los rituales se crean con la imaginación y con la misma imaginación se manifiestan, pero sin amor, sin amor el sexo pierde su esencia y se transforma en una acto mecánico, y se reduce a sexo por placer.

Para concluir Once minutos es una novela que explora la naturaleza del sexo y del amor, la intensa y difícil relación entre cuerpo y alma, y cómo alcanzar la perfecta unión entre ambas.

Dejando en claro que todos y cada uno de nosotros tenemos derecho a que nuestros sueños se hagan realidad y que en cualquier momento de nuestra vida tenemos la posibilidad de fundirnos con la totalidad, logrando la ansiada fusión íntima de nuestra Alma con el Mundo.

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