Origen Filosofía
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Georg
Hegel
Introducción a la
Historia de la Filosofía
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índice
INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
Introducción 25
A. Noción de la historia de la filosofía 37
I. Determinaciones preliminares 39
1. El pensamiento como concepto c idea 39
a) El pensamiento 39
b) El concepto 40
c) La idea 41
2. La idea como desarrollo 43
a) El ser en sí 44
b) La existencia (Dasein) 45
c) El ser por sí 47
3. La evolución como concreción 51
II. Aplicación de estas determinaciones a la historia de la filo
sofía 57
III. Conclusiones para el proceder de la historia de la filosofía 73
B. La relación de la historia de la filosofía con los otros productos
del espíritu 83
II. La relación inmediata de la filosofía con las restantes pro
ducciones del espíritu 90
1. Relación de la filosofía con las ciencias en general 92 100 102 104 107 112 122
130 130 137 142 146
C. División general de la historia de la filosofía 149
I. El comienzo de la historia de la filosofía 149
II. El progreso en la historia de la filosofía 159
D. Fuentes y bibliografía de la historia de la filosofía 175
SUPLEMENTO 185
I. Concepto y definición de la historia de la filosofía 189
II Concepto de filosofía 201
a) Consecuencia sobre la perspectiva, así como sobre el proce
dimiento de la filosofía en general 224
b) Procedimiento de las antiguas filosofías 226
Introducció n a la historia de
la filosofía
Hegel fue el primero en descubrir la relación que existe entre el pensamiento filosó fico y la sociedad concreta, histórica, de donde surge. La filosofía es, en último término, representación del espíritu de su tiempo (de sus grandezas y de sus miserias), y la historia de la filosofía, en cuanto desenvolvimiento en el tiempo del pensamiento humano, es la filosofía misma («el estudio de la historia de la filosofía es el estudio de la filosofía misma»).
Antes de Hegel, pues, ningún filó sofo — con la única excepción de importancia de Aristóteles en su li¬bro primero de la Metafísica— se había preocupado por integrar las tesis de sus predecesores. Y ello por dos razones, que el propio Hegel se encarga de exponer en esta Introducción a la historia de la filosofía, concretamente en el Suplemento, donde expone el concepto y la definición de la historia de la filosofía. Hasta Hegel, el contenido de esta historia era conside¬rado como una «narración de diversas opiniones», es decir, algo ocioso, de interés puramente erudito por su inutilidad. O bien no era tenido en cuenta, porque los sistemas filosóficos eran considerados desde un punto de vista exclusivo: había que decidirse por uno de ellos como único legitimador de la verdad, y en consecuencia los restantes eran falsos.
A estas dos cuestiones Hegel responde aduciendo
que una filosofía no es, en ningún momento, mero opinar, sino «ciencia objetiva de la verdad, ciencia de su necesidad, conocer conceptual», y que las distintas filosofías de entrada tienen en común el ser filosofía. Y en cuanto a la segunda y fundamental cuestión, res-ponde con su propio concepto de verdad. Esta «no puede ser un pensamiento o proposición simplemente abstracto; antes bien, es algo en sí concreto». Ahora bien, lo concreto en Hegel es siempre «la unidad de determinaciones diferentes»; es decir, la verdad es dia-léctica, por cuanto radica en la coincidencia del objeto consigo mismo, con su concepto, pero dado que esta coincidencia, como se expresa en la Ciencia de la Ló-gica, jamás es alcanzada por un juicio finito, la verdad ha de ser entendida dialécticamente, como proceso.
En dicho proceso se realiza la «unidad de determi-naciones diferentes», lo cual supone — y a diferencia, por cierto, de las categorías aristotélicas— que en la dialéctica hegeliana lo uno y lo múltiple no son antité-ticos. La unidad, para Hegel, se realiza en la multipli-cidad empírica de la experiencia; lo uno es negado por la pluralidad, pero ambos conceptos no están aislados, sino que en virtud de la mediació n dialé ctica que los relaciona pese a su carácter contradictorio surge una síntesis como unidad de los opuestos.
Tal concepció n de la verdad — es decir, como pro-ceso— entraña, por tanto, un sentido temporal, la consideración de que el tiempo es un momento de la verdad. En el Suplemento antes mencionado de esta Introducción a la historia de la filosofía, Hegel sostiene que lo verdadero posee el impulso a desarrollarse. «De esta manera — dice— , la idea, concreta en
sí y desarrollándose, es
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