PENSAMIENTO, VIDA Y OBRA DE RICAURTE SOLER
Enviado por madelac • 2 de Julio de 2014 • 2.511 Palabras (11 Páginas) • 1.558 Visitas
PENSAMIENTO, VIDA Y OBRA DE RICAURTE SOLER
Por
Mario De La Cruz
INTRODUCCION
Hemos titulado este trabajo Pensamiento, vida y obra de Ricaurte Soler, y no es fácil seleccionar lo más importante de la vida de este panameño ilustre, cuando la misma estuvo plagada de episodios y momentos que claramente nos dicen lo productiva que fue y que será para las presentes y futuras generaciones, no solo de panameños, sino de todos los Hispanoamericanos.
Ricaurte Soler, a quien tuve el honor de conocer pues fue mi profesor en la primera parte del curso Panamá en el Mundo Americano, en la Facultad de Humanidades, justo antes de su fallecimiento, me acercó e identificó con su pensamiento, motivo este que me hace escogerlo para realizar este breve pero significativo trabajo.
Aun cuando el titulo del mismo es Pensamiento, vida y obra de Ricaurte Soler, por cuestiones prácticas, hemos organizado el mismo en un orden diferente. En primer lugar hacemos un recuento bibliográfico, tomado principalmente de su biografía elaborada por Luis Fernando Gaitán Castillo, obra que consideramos muy completa. Seguidamente traemos algunos fragmentos de escritos del propio Soler y de otros autores que nos dan luces sobre su pensamiento, y al final incluimos un listado bibliográfico de los aportes dejados por Soler.
Cumplimos así nuestro objetivo, que no es otro que el de dar a conocer el pensamiento, vida y obra de un panameño modelo, del cual nos sentimos orgullosos.
Ricaurte Soler Batista
Ricaurte Soler Batista nació en Concepción, provincia de Chiriquí, el 11 de agosto de 1932 y falleció en la ciudad de Panamá, el 14 de agosto de 1994. Fue filósofo e historiador de las ideas. Realizó sus estudios en el colegio religioso La Salle, y en 1954 presentó su trabajo de graduación titulado “Pensamiento panameño y concepción de la nacionalidad durante el siglo XIX”, para obtener la Licenciatura en Filosofía y Letras y optar por el título de profesor en Filosofía e Historia, en la Universidad de Panamá. Se doctoró en Filosofía en la Universidad de París, Francia, en 1957. Estudió en México, Historia de las ideas, becado por la UNESCO, y especialización en Historia de América Latina en la Universidad Autónoma (UNAM).
Se dedicó a la enseñanza y a la investigación en la Universidad de Panamá, donde dictó cursos de Panamá en el Mundo Americano, Materialismo Histórico e Historia de las Ideas en América.
PENSAMIENTO DE RICAURTE SOLER
Es propicia la ocasión para tratar de escudriñar en el pensamiento de Ricaurte Soler, pensamiento muy profundo que tiene su arraigo en la panameñidad y en estudio de la realidad hispanoamericana. Moisés Chong, se refiere a Soler en los siguientes términos:
“…historiador severo y crítico de su época y quien supo hacer uso de una metodología científica cónsona con la mejor tradición de este campo del saber humano. En este orden de cosas, Soler representa, dentro de nuestra realidad hispanoamericana, una de las más sólidas y recias inteligencias”.
No es casual entonces que Soler haya tomado como centro de sus estudios el contenido social de las ideas en Hispanoamérica y su historiografía, desde un punto de vista filosófico, y práctico:
“Soler se enfrenta a los temas de la historiografía de Hispanoamérica, a las cuestiones ontológicas y gnoseológicas de mayor interés, a los métodos que postulan, cada uno por su lado, el mecanismo y la dialéctica, a aquellos temas que tocan con lo espiritual, lo ideal, lo material, la realidad corpórea o espacial, a lo concerniente a la primacía del ser sobre la conciencia o al revés, al contenido social de las ideas y, dentro de ello, a los postulados de un “positivismo de raíz hispanoamericana””.
Pero Soler no se conforma con un amplio horizonte de conocimientos, sobre la génesis del pensamiento hispanoamericano y aborda de manera exhaustiva también el pensamiento panameño:
“Su sesudo estudio sobre el pensamiento panameño que data de 1954 es una muy seria contribución para presentar la estructura y el contenido espiritual del Istmo de Panamá en el siglo pasado”.
Para Soler el pensamiento panameño está íntimamente relacionado con la realidad panameña, con el devenir histórico del Istmo de Panamá, siendo el Dr, Justo Arosemena una de los más importantes teóricos de lo que Soler denomina “positivismo autóctono hispanoamericano”.
Es en este mismo sentido, que se refiere la Profesora Briseida Allard O. cuando dice:
“Desde entonces su teoría crítica de la cuestión nacional interpela y confronta a las clases dominantes y sus intelectuales al desenmascarar aquella idea del Estado como razón política meramente formal, de procedimientos, que sostenía buena parte de los escritos que en la época abordaron la cuestión nacional panameña a través del debate en torno a la soberanía.”
Pero Soler fue todavía más allá, pues promovió entre la intelectualidad de la época el examen del pensamiento de la América Latina en la conciencia europea, afirmando “que si bien el pensamiento latinoamericano no ha influido en otras culturas, su presencia se ha hecho sentir en repetidas ocasiones en la inteligencia europea”
En relación al lugar que ocupa la filosofía en el pensamiento de Soler, el profesor Miguel A. Candanedo hace un exhaustivo estudio al respecto y concluye el mismo diciendo:
“Se equivocan, pues, quienes a partir de lecturas parciales y esquemáticas de la obra de Soler, han llegado a plantear que durante su madurez intelectual éste abandonó la filosofía para suplantarla por la historia, la sociología y la economía. Lo cierto es que el Maestro hasta su postrer suspiro entendió la filosofía, tal como la entendemos los marxistas, como un conjunto de premisas generales de naturaleza ontológica, epistemológica y metodológica, que subyacen en la totalidad de su obra historiográfica sobre el ser y el pensar de nuestra América.
Nos parece importante, en este intento de escudriñar el pensamiento de Soler, recoger sus expresiones sobre el significado y las consecuencias que tuvo para los panameños la invasión norteamericana del 20 de diciembre de 1989, y que transcribimos del artículo de Candanedo:
“Las vidas humanas perdidas constituyeron, ciertamente lo más doloroso de la tragedia. Pero ésta también
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