POSITIVISMO
Enviado por dookie28 • 13 de Agosto de 2013 • 2.582 Palabras (11 Páginas) • 311 Visitas
POSITIVISMO
ORIGEN Y DESARROLLO
Es una corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación positiva de las teorías a través del método científico. El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo XIX Auguste Comte (1798-1857), pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Hume (1711-1775), al filósofo francés Saint-Simon (1760-1825), y al filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804). Además de Auguste Comte en Francia, los representantes más significativos del positivismo son: John Stuart Mil¡ (1806-1873) y Herbert Spencer (1820-1903) en Inglaterra; Jakob Moleschott (1822-1893) y Errist Haeckei (1834-1919) en Alemania; Roberto Ardigó (1828-1920) en Italia. Por lo tanto, el positivismo se integra en tradiciones culturales diferentes: en Francia se inserta en el interior del racionalismo que va desde Descartes hasta la ilustración; en Inglaterra, se desarrolla sobre la tradición empirista y utilitaria, y se relaciona a continuación con la teoría darwinista de la evolución; en Alemania asume la forma de un rígido cientificismo y de un monismo materialista; en Italia, con Ardigó, sus raíces se remontan al naturalismo renacentista, aunque sus frutos más notables -debido a la situación social de la nación ya unificada los brinda en el ámbito de la pedagogía y de la antropología criminal.
Características.
1) A diferencia del idealismo, en el positivismo se reivindica el primado de la ciencia: sólo conocemos aquello que nos permite conocer las ciencias, y el único método de conocimiento es el propio de las ciencias naturales.
2) El método de las ciencias naturales (descubrimiento de las leyes causales y el control que éstas ejercen sobre los hechos) no sólo se aplica al estudio de la naturaleza sino también al estudio de la sociedad.
3) Por esto la sociología -entendida como la ciencia de aquellos hechos naturales constituidos por las relaciones humanas y sociales- es un resultado característico del programa filosófico positivista.
4) En el positivismo no sólo se da la afirmación de la unidad del método científico y de la primacía de dicho método como instrumento cognoscitivo, sino que se exalta la ciencia en cuanto único medio en condiciones de solucionar en el transcurso del tiempo todos los problemas humanos y sociales que hasta entonces habían atormentado a la humanidad.
5) Por consiguiente, la época del positivismo se caracteriza por un optimismo general, que surge de la certidumbre en un progreso imparable (concebido en ocasiones como resultado del ingenio y del trabajo humano, y en otros casos como algo necesario y automático) que avanza hacia condiciones de bienestar generalizado, en una sociedad pacífica y penetrada de solidaridad entre los hombres.
6) El hecho de que la ciencia sea propuesta por los positivistas como único fundamento sólido de la vida de los individuos y de la vida en común; el que se la considere como garantía absoluta del destino de progreso de la humanidad; el que el positivismo se pronuncie a favor de la divinidad del hecho: todo esto indujo a algunos especialistas a interpretar el positivismo como parte integrante de la mentalidad romántica. En el caso del positivismo, sin embargo, sería la ciencia la que resultaría elevada a la categoría de infinito. El positivismo de Comte, por ejemplo -afirma Koiakowski-, "implica una construcción de filosofía de la historia omnicomprensiva, que culmina en una visión mesiánica".
Desarrollo histórico.
A principios del siglo XX un grupo de filósofos interesados en la evolución de la ciencia moderna, rechazaron las ideas positivistas tradicionales que creían en la experiencia personal como base del verdadero conocimiento y resaltaron la importancia de la comprobación científica. Este grupo fue conocido como los positivistas lógicos entre los que se encontraban el austriaco Ludwig Wittgenstein y los filósofos británicos Bertrand Russell y George Edward Moore. El Tractatus logico-philosophicus (1921) resultó tener una influencia decisiva en el rechazo de las doctrinas metafísicas por su carencia de sentido y la aceptación del empirismo como una materia de exigencia lógica.
Los positivistas hoy en día, que han rechazado la llamada escuela de Viena, prefieren denominarse a sí mismos empiristas lógicos para disociarse de la importancia que dieron los primeros pensadores a la comprobación científica. Mantienen que el principio de verificación en sí mismo es inverificable en el campo filosófico.
POSITIVISMO EN EUROPA
A inicios del siglo XIX nace de la mano del pensador francés Augusto Comte y del británico John Stuart Mill y se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad de dicho siglo. Según esta escuela, todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia.
Durante el siglo XIX en Europa hubo un despertar en las ciencias naturales que no fue producto de la casualidad. La Revolución francesa conmovió todas las capas de la sociedad, pues la conformación de ésta en general no constituía ningún problema para la conciencia. La visión existente de la sociedad era la de un enfoque monolítico, en la que las relaciones sociales, la cultura, el pasado y el porvenir de dicha sociedad, funcionaban inconscientemente, como si fueran las fuerzas elementales del cosmos. Cuando la sociedad europea hizo crisis, su modo de organización se convirtió en un problema y los intelectuales se dieron cuenta que no existían teorías para un modo de comprensión de ella. A partir de este momento, quedaba el camino abierto para la aparición de las ciencias relativas al hombre y a la sociedad. A mediados del siglo XIX, la ciencia natural estaba afianzada dentro de la tradición galileana y las ciencias humanas tenían grandes pretensiones científicas. Una de estas ciencias humanas fue el positivismo decimonónico representado por Augusto Comte y John Stuart Mill.
Augusto Comte nació en Montpellier, Francia, en 1798; estudió en la Escuela Politécnica de París donde llegó a ser profesor. Su principal preocupación fue el estudio de la sociedad y el principio de la ciencia positiva. Según Comte, existe una ley universal del conocimiento y de la sociedad, la ley de los tres estadios, que plantea que todo conocimiento pasa por tres estadios: el teológico, ficticio, mitológico; el metafísico, especulativo-abstracto; el positivo, científico, ciencias positivas empíricas.
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