Paparemos
Enviado por papaveraceae • 8 de Abril de 2015 • 293 Palabras (2 Páginas) • 148 Visitas
ja sola, de su abandono comprado con dinero y joyas
falsas. No se podría quejar más que de su soledad, pero un
hijo siempre sería una compañía, él le calentaría los pies
cuando fuera viejecita, le llevaría el café por las mañanas,
por las noches le contaría todas las travesuras hechas durante
el día, le hablaría de sus amores cuando fuera grande, la
llevaría a los cines y a los parques, la defender;'a de las
noches oscuras. Quisiera llorar,.pero las lágrimas son tercas
para salir de sus ojos.
El reloj de pared da la una de la madrugada y no puede
dormir.>e levanta y sin mirarse en ningún espejo sabe que le
han nacido en la frente varias arrugas. Va hasta la cocina y
bebe un poco de agua. Siente la garganta reseca, tal vez a
causa de todas aquellas palabras que no se han hecho
realidad dentro de su boca y que se han quedado en simples
pensamientos. Cómo dejar de pensar en que tiene que tomar
una decisión que no podrá olvidar jamás, aunque viva en la
frontera en donde mueren los siglos. Desea tener una voz
amiga junto a sus oídos para que le diga palabras de consuelo,
una mano tierna como la de su padre, que la acaricie y le
traiga sosiego, la mirada de unos ojos que la compadezcan,
unas pisadas que la sigan y la protejan, una luz que ilumine
esta madrugada negra, tan llena de mídos y recuerdos, tan
repleta de voces ocultas que la torturan, que le reprochan
cosas, que le enrostran verdades que sólo ella conoce, que le
recuerdan sus mentiras y sus traiciones. Cree que va a
volverse loca si no amanece pronto, si el azul del cielo no
cambia el color gris de su tristeza, sin embargo, por nada del
mundo dejaría de ambicionar todo esto que posee y aun más
todavía. Si tuviera que empezar repetiría todo lo que ha
...