Para Que Los Filosofos
Enviado por holaholahola123 • 3 de Octubre de 2013 • 616 Palabras (3 Páginas) • 268 Visitas
PARA QUÉ FILÓSOFOS?
Aunque nos interesa, sobre todo, la filosofía actual, no podemos ofrecer un catalogo de filósofos o de sus principales ideas. Se trata, más bien, de encontrar el sentido de los planteamientos filosóficos, desde el recuerdo de un viejo problema olvidado en las exposiciones usuales y, con ello, hacer que la filosofía contemporánea recobre, por el recuerdo rápido de ese pasado, el vigor que en el presente le corresponde y la función que todavía puede desempeñar al colaborar en la interpretación y organización de nuestro mundo. De lo contrario, podría plantearse una vez más la pregunta de << ¿para qué filósofos? >>, a la que no es fácil contestar; pero la respuesta no es más que una concreción de una cuestión más amplia, sin sentido tal vez, pero que puede ¿por qué no? Formularse: “¿Para qué todo?”.
La filosofía, lo que creemos que es filosofía, no puede definirse desde una perspectiva libresca y meramente culturalista. La filosofía es una actividad que se ha dado en la historia humana. El hecho de su existencia ya es suficiente como para no precisar una justificación radical. Sobre todo si descubrimos que esa existencia respondía a una actividad del cerebro humano que necesitaba, para su desarrollo y afirmación, plantearse muchos de los temas llamados filosóficos y, en este planteamiento, luchar por encontrar el puesto que, en la sociedad y en la Naturaleza, corresponde al hombre.
Para ello tenía que entenderse la actividad filosófica como una lucha, como la aceptación de un reto. Ese reto sólo podía venir de los dos grandes dominios en los que se desarrolla la vida humana: la Naturaleza y la sociedad. Precisamente, mientras más acuciante ha sido la necesidad de instalarse racionalmente en esos ámbitos, más creadora y necesaria ha sido esa lucha. Los momentos de más intensidad filosófica, es decir, los de mayor riqueza para el pensamiento y la praxis humana, han sido aquellos en que la Naturaleza y la sociedad han intentado independizarse, alejarse o esconderse de la mano del hombre. Esta pérdida de control se manifiesta, respecto a la Naturaleza, en la aniquilación de sus posibilidades de compañía para la vida humana, y, en cuanto a la sociedad, en su sometimiento a la tiranía de la sinrazón, del absurdo y de la injusticia. La filosofía tendrá que decir alguna palabra ante las amenazas del obscurecimiento del mundo. Ponerla en juego para que esa palabra no sea la última, será una manera de rescatarla del academicismo en el que puede haber caído por parte de alguno de sus pontífices profesionales, de los “filósofos” más o menos oficiales que enseñan filosofía como las guías de turismo que, desinteresada y monótonamente, nos muestran las almenas semiderruidas de algún castillo, o nos dicen el número de pliegues del manto de una escultura amarillenta. Rescatar también la filosofía de aquellos
...