Picasso Hoy
Enviado por bearzotti1 • 5 de Agosto de 2013 • 401 Palabras (2 Páginas) • 189 Visitas
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-Pero me interesa su punto de vista.
-Bueno, yo considero saludable a una persona compasiva, cálida y de corazón bondadoso. «Si tienes sentimientos de
compasión y deseas ser amable, hay algo que abre automáticamente tu puerta interior y puedes comunicarte mucho
más fácilmente con otras personas. Ese sentimiento de cordialidad ayuda a abrirse a los demás. Se descubre
entonces que todos los seres humanos son como uno mismo, de modo que puedes relacionarte más fácilmente con
ellos.» Eso genera un espíritu de amistad. Entonces hay menos necesidad de ocultar las cosas y, como resultado,
desaparecen los sentimientos de temor, las dudas sobre uno mismo y la inseguridad. Eso inspira también confianza
en torno a ti. Podría pasar, por ejemplo, que encontraras a alguien muy competente, y supieras que puedes confiar en
sus aptitudes, pero si esa persona no es amable, surgen en ti algunas reservas. Piensas:
«Bueno se que es capaz, pero ¿puedo confiar realmente en él?». El recelo siempre te distanciará.
»En cualquier caso, creo que cultivar los estados mentales positivos, como la amabilidad y la compasión, conduce
decididamente a una mejor salud psicológica y a la felicidad.
Disciplina mental
Mientras él hablaba, encontré algo muy atractivo en su enfoque para alcanzar la felicidad. Era absolutamente práctico
y racional: había que identificar y cultivar los estados mentales positivos, así como identificar y eliminar los estados
mentales negativos. Aunque inicialmente me pareció un tanto seca esta sugerencia de analizar sistemáticamente la
variedad de estados mentales que experimentamos después, me dejé arrastrar por la fuerza lógica de su
razonamiento. Me gustó el hecho de que, en lugar de clasificar estados mentales, emociones o deseos con arreglo a
juicios morales externos como «La avaricia. es un pecado», o «El odio es maligno», clasificara las emociones
simplemente sobre la base de si conducen o no a la felicidad última.
La tarde siguiente, al reanudar nuestra conversación, le pregunté: -SI la felicidad depende simplemente del cultivo de
estados mentales positivos, como por ejemplo la afabilidad, ¿por qué hay tanta gente desdichada?
-Alcanzar la verdadera felicidad exige producir una transformación en las perspectivas, en la forma de pensar, y eso
no es tan sencillo -contestó-. Para ello es preciso aplicar muchos factores diferentes desde distintas direcciones. No
se debería tener-, por ejemplo, la idea de que sólo existe una clave, un secreto que, si se llega a desvelar, hará que
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