Platon

1- El contexto socio – historico y político en la que se desarrollo la vida de Platón se vio frenado por el impacto negativo de la Guerra del Peloponeso. En efecto, las alianzas establecidas entre las ciudades griegas, representadas por la Liga del Peloponeso, cuya dirección quedaría bajo el mando de Esparta, y la Liga Ático-Délica, bajo el mando de Atenas, se configuran como dos alianzas antagónicas cuya oposición terminará en una confrontación entre Atenas (de ideología democrática) y Esparta (de ideología aristocrática) que duraría aproximadamente 27 años. La guerra se inició a principios de Marzo de 431 por parte de una cuadrilla tebana, que intentó una sorpresa nocturna contra Platea, golpe que resulró errado; los atacantes tuvieron que rendirse y, y faltando sus contrarios a la promesa dada, fueron pasados por las armas.

Los espartanos mandaron acto seguido fuerzas militares a sus aliados para hacer una incursión a Ática y ellos mismos pasaron la frontera en la segunda mitad de Mayo. La tierra llana estaba ya desocupada por sus habitantes; aunque los destrozos hechos enardecían a los atenienses para una guerra activa, Pericles serenó los ánimos con mano fuerte. Estando el enemigo todavía en Ática, una cuadrilla zarpó para el Peloponeso y conquisto a Cefalonia. Poco tiempo antes los atenienses habían arrojado a los eginetas de sus hogares, colonizando la isla con gente suya. En el otoño, Pericles invadío la Megárida devastándola.

El segundo año de guerra comenzo en la primavera de 430 con otra invasión de los espartanos y otra incursión de la flota ateniense dirigida por Pericles. Inmediatamente después se declaró la peste en Atenas, procedente del oriente, e hizo muchas victimas entre la población que se aglomeraba en la ciudad; pero a pesar de que duró varios años, no había menguado esencialmente la fuerza de resistencia de Atenas.

Los atenienses inculparon a Pericles por sus desgracias e intentaron ponerse de acuerdo con Esparta, naturalmente sin conseguirlo. Por fin la indignación general sacrificó a Pericles, que fué acusado y condenado a pagar una multa, lo que implicaba la pérdida de su cargo como estratega. Poco tiempo después fué reelegido como generalísimo, pero murió casi inmediatamente después de su nueva envestidura, acaecida en Septiembre de 429.

Desde este instante Atenas carece de una dirección unitaria; predominaban las corrientes de la democracia avanzada, cuyo lema era la continuación de la guerra.

El fin de la guerra comienza hacia la primavera del 406, para desgracia de Atenas, cuando se puso entonces al frente de la flota espartana Lisandro, un hombre que reunía gran capacidad diplomática y militar con energía extrema. Para el 404 Atenas fué conquistada por los espartanos que pidieron el derribo de las murrallas largas, de las obras de fortificación, la entrega de la escuadra, la amnistía para los desterrados y el ingreso de Atenas a la Liga Espartana.

A consecuencia de ello, Atenas verá cómo su democracia es desmantelada, imponiéndose la llamada tiranía de los Treinta, bajo la protección de Esparta, que realiza una sangrienta persecución de los líderes demócratas. Pese a ello, la democracia será restaurada al año siguiente, ante la indiferencia de los espartanos, que no intervienen, aunque no volverá a alcanzar los logros obtenidos durante el siglo anterior. La democracia ateniense intentará reponerse de la derrota ante Esparta, entrando en una fase en la que, desprovista de líderes que consigan un consenso suficiente, la habilidad retórica de los ciudadanos marcará su devenir y la toma de sus decisiones políticas. Destruida su flota por Esparta, Atenas no volverá a recuperar el control de las rutas comerciales ni su poderío militar, e irá cediendo ante el empuje de Macedonia, al igual que el resto de Grecia, hasta ser derrotada el año - 322, y asimilada al imperio macedónico, aunque se mantendrá como referente cultural para toda la Hélade durante el siglo IV. Desde las reformas democráticas de Clístenes a la derrota ante Macedonia en el - 322, la democracia ateniense perduraría durante casi dos siglos. Bastante más si, como sostienen algunos, las reformas democráticas habrían comenzado con la legislación de Solón.

Platón, pues, vive su juventud bajo los avatares de la Guerra del Peloponeso, y desarrolla su actividad filosófica tras la restauración de la democracia, una democracia que tiene que hacer frente al declive del poderío militar y económico de Atenas. Era Platón un aristócrata, descendiente de una de las familias de más abolengo de Atenas. Comenzo a mostrar interés por la cultura científica superior tuvo por maestro al filósofo Crátilo, a su vez discipulo de Heráclito. Pero la vida del joven ateniense parece haber cambiado desde el momento en que conoció a Sócrates, alrededor del año 408. A partir de entonces es uno de sus seguidores más asiduos

Al morir Sócrates, sus seguidores se dispersaron por toda Grecia, sea por que, la permanencia en Atenas sea peligrosa para ellos, o por que se sintiesen a disgusto entre quienes habian condenado a su maestro. Tenía Platón entoces 28 años, y paso doce viajando por por distintos lugares como Egipto, Megara, Italia, etc., donde conoció a muchos hombres prominentes, entre ellos al matemático Teodoro y a los pitagóricos Filolao, Arquitas y Timeo.

Atenas, siendo una democracia, disfrutaba de una organización social en la que las ideas de isonomía (igualdad ante la ley) y el consiguiente derecho a hablar ante la asamblea (isegoría) propiciaba un modo de vida muy alejado del conservadurismo estamental de la antigua aristrocacia o de las oligarquías que todavía seguían gobernando en otras ciudades-estado (como ocurría con la diarquía espartana). La democracia ateniense es una democracia directa, en la que los ciudadanos intervienen en primera persona en la Asamblea, en lo que se ha considerado un ejercicio directo de la soberanía. No todos los habitantes de la ciudad son ciudadanos, sin embargo. Los esclavos, los extranjeros y las mujeres no gozan de los derechos de ciudadanía: sólo los varones adultos que hubiesen terminado su formación militar como efebos (que solía tener lugar entre los 18 y los 20 años) y que fueran descendientes legítimos de ciudadanos atenienses, eran considerados ciudadanos. Tras las guerras del Peloponeso, en el siglo - IV, se calcula que vivían en Atenas en torno a 250000 personas, incluyendo a los esclavos, de las que menos de 30000 eran ciudadanos (en total habría unos 100000 atenienses, contando a los familiares sin derechos de ciudadanía: mujeres y niños).

La participación en la vida política, remunerados los cargos públicos desde Pericles, solía ser amplia, en las tres instituciones principales de la democracia: la Asamblea (Ekklesía), el Consejo de

...