Platón, El Alma Y La Reencarnación
Enviado por rafaeldejesus • 10 de Julio de 2012 • 888 Palabras (4 Páginas) • 17.037 Visitas
“Platón, el alma y la Reencarnación”
José de Jesús Curiel Figueroa
Introducción: Para Platón el alma es inmortal. Así lo escribió en varios de sus Diálogos sobre todo en el llamado Fedon, que versa sobre las últimas horas de Sócrates en compañía de sus discípulos discutiendo el tema central de la inmortalidad del alma y en espera de una muerte a la que no teme. Y no teme pues para Sócrates el alma pura de los filósofos va a hacer compañía a los dioses. El alma es eterna.
El alma es espiritual y tiene la intuición de las ideas desde antes de venir a este mundo concreto. Al nacer el alma es encerrada en la cárcel del cuerpo, por lo cual olvida todo conocimiento pero las ideas permanecen latentes en el fondo de su conciencia. Para Platón aprender es recordar (Anamnesis). Es recordar puesto que el origen del conocimiento está en la vida prenatal.
El alma pertenece al mundo de las ideas, es completamente diferente a la materia, es invisible. Existe antes de nacer y no muere con la muerte material o física y volverá a reencarnar hasta nueve veces después de 1,000 años (Reencarnación, metempsicosis o trasmutación de las almas). Para Platón, la misma alma habita en sucesión los cuerpos de diferentes seres, tanto hombres como animales.
Es probable que Platón haya tomado esta idea de metempsicosis de los pitagóricos o tal vez de sus viajes por Egipto. Pero después de tomarla fue el mismo Platón quien le dio a esta idea una posición filosófica que nunca antes había tenido, la cual podemos rastrear hasta el día de hoy y encontrarla de manera manifiesta en distintas obras de creación artística o incluso en tratamientos de regresión psicológica.
Como un ejemplo de esta idea de reencarnación, podemos encontrar la película cinematográfica “No te mueras sin decirme a dónde vas” (1995). Película argentina cuyo tema trata sobre Leopoldo, un hombre de 50 años que trabaja como proyectista de cine. Que sueña con llegar a inventar un aparato “recolector de sueños”. Aparato que le permita grabar los sueños y verlos proyectados al día siguiente.
En una ocasión, Leopoldo logra grabar un sueño donde aparece una mujer En principio Leopoldo no sabe quién es esta mujer, ya que es una mujer que vivió 110 años antes que él y de la cual se enamora. Pasado el tiempo, conoce de manera real a esa mujer fuera de sus sueños, en la puerta del cine en el cual trabaja. Se llama Raquel, y dice que ambos llevan años reencarnándose y convirtiéndose en amantes. Leopoldo no consigue recordar nada de Raquel, pero ambos se enamoran. (Al nacer se olvida todo conocimiento. Pero las ideas permanecen latentes en el fondo de la conciencia).
El problema surge cuando Raquel se confiesa como un espíritu imperfecto al que todavía le falta aprender pero que no se ha vuelto a reencarnar porque tiene miedo a nacer. Miedo a los sufrimientos de la vida.
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