Por qué acepta Sócrates su condena a muerte

¿Por qué acepta Sócrates su condena a muerte?

Sócrates acepta su condena a muerte ya que considera que un hombre viejo como él y en el estado en que estaba, no merecía la pena ya luchar por vivir,

por qué consideraba que ya había hecho en la vida lo que tenía que hacer. Además, aceptó su condena a muerte por respeto a las leyes de la ciudad, es decir,

para no actuar injustamente, ya que la propia ciudad le había condenado a muerte siguiendo dichas leyes. Entonces, oponerse a la sentencia de muerte sería injusto,

ya que las leyes son algo que ante todo hay que seguir y respetar, más que a los hijos o a los padres. Son la virtud.

Este planteamiento es algo que, en un principio, Critón, un amigo de Sócrates, no compartía debido a que pudiendo él mismo salvarle sobornando al guardia o por medio

de sus amigos, Sócrates no quería salvarse, por lo que Critón consideró que ese acto de Sócrates le parecía injusto, ya que no salvarse cunado se puede,

o no dejar que te ayuden pudiendo ayudar, es algo que no considera justo; y además, esa acción repercutiría en la sociedad en el sentido de que pensarían que Critón,

su amigo, le dejó abandonado por no gastar un poco de dinero.

Ante este planteamiento, Sócrates le contesta que él siempre ha actuado conforme a la razón y nunca conforme a lo que la gente diga, ya que no se

debe hacer caso a la gente que no sabe, sino que hay que hacer caso a aquel individuo que te conoce y que sabe todo acerca de ti, que es el que te

va a guiar por el buen camino. En conclusión, no hay que guiarse por la mayoría.

Este planteamiento se puede extrapolar a lo que realmente Sócrates le importa, el vivir de una manera coherente, es decir, vivir con justicia,

vivir con virtud; y no vivir de cualquier manera. Esto le sirve a Sócrates para hacerle ver a Critón que en ningún caso se ha de obrar de manera injusta,

aunque te traten de dicha manera, ya sea un individuo o la propia ciudad en sí. Entonces nunca hay que ir contra la injusticia ni contra el que te hace mal,

es decir, no hay que buscar venganza.

Dicho esto Sócrates, le hace ver a Critón que el mero hecho de escapar de su prisión, haría que destruyera las leyes,

leyes que le dieron una educación, unos padres y una patria. Por lo que se vería envuelto en un lío si lo hiciera,

pero no lo hace ya que se comprometió a servir a dichas leyes al residir y vivir en su ciudad. De todas formas,

él podría haberse ido a otra ciudad, ya que las leyes permiten que uno se vaya si no está contento, pero en su caso

le tacharían nada más llegar de perturbador de leyes y corruptor de jóvenes, dado a su fama que tenía.

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