Presocraticos
Enviado por COMANDO986 • 14 de Abril de 2014 • 1.822 Palabras (8 Páginas) • 179 Visitas
El contexto geográfico. Grecia es un país árido y montañoso, a excepción de algunos valles del interior y de zonas costeras. Lo accidentado del terreno favorece que la población se agrupe en zonas costeras o núcleos aislados. La única solución para un aumento de la población es la fundación de colonias ultramarinas.
Durante el siglo VII A.C., el auge del comercio hace que conecten diversas culturas distintas con diferentes modos de entender la vida y la realidad, lo cual propicia que ciertas mentes comiencen a cuestionarse los valores imperantes en su Polis: las explicaciones míticas-religiosas, etc. El contacto con otras formas de vida hace que lo que se nos aparecía como cotidiano y natural, nos aparezca ahora como algo esencialmente problemático.
El contexto social. La sociedad griega es una sociedad urbana, cuya principal actividad es el comercio que naturalmente obliga a un intercambio de costumbres y formas de vida. La "Polis" favorece la división del trabajo, y esto deja mayor tiempo libre, tiempo que se dedica a la reflexión, al ocio, a la reconsideración. Por sus muchos contactos , por ser un punto de encuentro o encrucijada de caminos, por su forma de organizarse social y culturalmente, la Grecia Asiática (Jonia) se constituyó en el lugar ideal para el nacimiento de la Filosofía.
Los aspectos religiosos y míticos influyen también en el desarrollo filosófico; la religión griega,- frente a la egipcia - no tenía un estamento, una casta sacerdotal que estableciese y mantuviese una ortodoxia doctrinal, ni que viviera a costa del pueblo, o a costa de los tributos para sacrificios a los dioses. La religión griega es más popular, más abierta e incluso más respetuosa con otras religiones. Incluso tenían un templo dedicado al dios desconocido, y aceptaban las divinidades de las otras religiones como verdaderas, cosa que por ejemplo, la religión egipcia no admitía.
La religión griega estaba basada en una serie de leyendas míticas. La explicación mítica como la filosófica responden a una misma necesidad: la que siente el hombre de saber dónde está, de entender el por qué de las cosas. La diferencia entre ambos tipos de explicación radica en la respuesta; la respuesta mítica es imaginativa, y se basa en la creencia ciega, la filosófica es racional, y se basa en la demostración.
El mito es una leyenda explicativa, con tintes poéticos que recurre a un elemento exterior a la propia "physis" (naturaleza) y que por tanto da respuesta heterogéneas. La filosofía con la explicación lógica-racional, da, o mejor dicho, intenta dar una respuesta homogénea, es decir, busca la respuesta dentro de la propia naturaleza, dentro del mismo género que el hecho a explicar.
Si bien el mito explica el "fenómeno", da cuenta de lo ocurrido, no proporciona sin embargo información alguna sobre la esencia del por qué. El mito es una información poética que nos narra la arbitrariedad de los dioses, sus deseos, voluntades y caprichos. La explicación mítica depende de la arbitrariedad de los dioses, y ésta es incognoscible.
El paso del mito al "logos" supone que el hombre se hace dueño de su propio destino y alcanza la libertad, pues se libera del capricho de los dioses y alcanza mediante su conocimiento y su razón las más altas cotas del pensamiento libre de prejuicios. El paso del mito al logos es el paso de un pensamiento atemorizado, encadenado a otra voluntad caprichosa e impredecible a un pensamiento libre que no encuentra más límites que los que posee la razón por su propia finitud.
Los primeros pensadores que se pararon a observar la naturaleza vieron que en ésta puede encontrarse cierta regularidad, cognoscible mediante la observación empírica, es decir, consideraron que la naturaleza era un "cosmos", un orden, que se rige por la ley interna de la necesidad.
Los primeros filósofos entendieron por naturaleza (physis), dos cosas: a) naturaleza como totalidad de lo existente, y b) naturaleza como esencia individual de los seres. Ahora bien, los seres individuales en función de su diversa naturaleza, ocupan una determinada posición dentro de la Naturaleza. es decir, la Naturaleza es un cosmos y los seres individuales están ordenados en función de la totalidad.
A los primeros filósofos les impresionó profundamente el hecho del cambio, del nacer y del crecer, de la descomposición y de la muerte, la generación y la corrupción. La Naturaleza era considerada como algo esencialmente dinámico, en constante movimiento. Pero aquellos hombres pensaron que debía haber algo que permaneciese, ya que el cambio es el paso de alguna forma a otra. Había de haber algo primordial, algo que fuera el soporte del proceso del cambio.
El hecho del cambio, del movimiento, les sugirió la noción de unidad, aunque, como dice Aristóteles, no explicaron el movimiento. ¿Podría toda la naturaleza no ser más que una multiplicidad de estados diversos de una sola sustancia, (de sub-stare, de lo que permanece de lo que está debajo de los cambios, de la apariencia de cambio) ?.
Antes de responder veamos que aquí se establece una distinción importantísima para la filosofía posterior. La distinción entre SER y APARIENCIA. Entre la "cosa en sí" y el "fenómeno". Pareja a esta distinción corre otra , no ya dentro del ámbito ontológico, sino dentro del ámbito gnoseológico; es la que se establece entre la razón, que nos muestra el SER, y los sentidos, que nos muestran los "fenómenos". Se establece así dos formas de conocer: una empírica (conocimiento sensible) basada en los sentidos, y otra racional, que es la reflexión intelectual sobre lo observado.
Volviendo a la pregunta anterior, hay que reconocer que la mayoría de los Jonios afirmaron la existencia de ese elemento, de ese
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