Principios Morales & Dignidad humana

Principios Morales & Dignidad humana

Los conceptos tienen la mala costumbre de no ser precisos ni correctos, suelen cambiar con el pasar de los años y algunos llegan a ser obsoletos. Como humanos somos parte de la evolución y del cambio, nuestro pensamiento evoluciona y como consecuencia cambia los conceptos. La filosofía ayuda en aclarar la finalidad de estos conceptos y tratar de entender mejor su etimología, el entender porque un concepto tiene tal función y las consecuencias que crean estos conceptos al arraigarlos en el pensamiento humano.

En la clase de filosofía del Dr.Michael Sandel  habla de los principios morales, aquellos silogimos racionales que hacemos al “juzgar” una acción. Nos habla de dos principios; El moral consecuencial y la moral categórico. El moral consecuencial se juzga dependiendo de las consecuencias que crean tus acciones y de estas consecuencias se juzgara si fue buena o mala  y en el moral categórico se habla de requisitos morales absolutos, los deberes que se tienen sin importar las consecuencias de estos en este principio nos adentramos a la filosofía del utilitarismo donde se dice que “lo que es correcto de hacer, lo que es justo de hacer es maximizar la utilidad” es decir que lo que se haga te haga más feliz o mejore de alguna manera a la sociedad será una acción moralmente aceptable.

Esto es: hominización: la persona no se realiza a sí mismo si no es superándose, de manera que así queda explicada la frase de Pascal: “El hombre supera infinitamente al hombre”.

primero fue esclavo, luego siervo y finalmente asalariado dependiente, sujeto a una economía sin rostro humano y, hoy, sometido a un sistema neoautoritario, una economía que opera como dictadura que no se ve, no se palpa, que asegura una apariencia de orden jurídico desarrollado y óptimo en general –y un orden laboral flexibilizado gradualmente de modo negativo- que proclama derechos como nunca se proclamó en la Historia, en cuanto a la persona en general, pero que cada vez es más difícil ejercitar, por la identificación que se hace del mercado con el Derecho, dentro de éste o, tácticamente, fuera. El respeto a que obliga la dignidad específica, en lo laboral, alcanza a

Juan XXIII- principio capital de la Doctrina Social Católica y es el gran mensaje que anuncia al mundo; proclama que “...el individuo es necesariamente el fundamento, causa y fin de todas las instituciones…”

El derecho debe abrevar en la dignidad porque sin dignidad no hay paz ni otros valores, que constituyen un sistema y merecen estimación en su conjunto.

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