Prueba De Un Mundo Exterior

2. ¿Por qué Moore considera que ha dado una prueba rigurosa de que hay cosas fuera de nosotros?

En el texto “prueba de un mundo exterior” de George E. Moore se busca, como el titulo anuncia, argumentar y probar a existencia de un mundo exterior; discutiendo con la pruebas dizque rigurosa que Kant nos ofrece, postura encontrada en la cita al comienzo del texto. Moore busca también superar el escándalo existente de no haber encontrado hasta entonces una prueba confiable de la existencia del mundo exterior. El autor se propone discutir qué tipo de prueba es la de Kant y s habrán otras pruebas satisfactorias. Planteando como insatisfactoria la prueba Kantiana. El autor piensa que si no se puede demostrar la existencia de esa mano no debe, como expresaba Kant, ser aceptado como un acto de fe, por su imposibilidad de conocer con certeza, sino afirma, que sí se pueden conocer cosas que no se pueden demostrar, al igual que sucede con las pruebas que mencionaremos a seguir.

La expresión que utiliza el autor para aplicar a su objeto de estudio es “externas a nuestras mentes”, lo que diferencia de “externo a nuestro cuerpo”, mientras que “cosas que se dan en el espacio” debe ser una expresión tomada como amplia, donde cabrían los cuerpos físicos, la materia, pero también las sombras. Asimismo, afirma la diferencia entre las cosas “que se dan en el espacio” y aquello que “se presenta en el espacio”, para ello nos da el ejemplo de las “imágenes consecutivas negativas”, que se nos presenta, pero de una manera individual, subjetiva, estas imágenes, aunque se presenten en el espacio, no se dan en el espacio porque nadie más las puede percibir a parte del sujeto que lo describe, un ejemplo de ellas serían experiencias tales como el dolor físico o la ilusión provocada al cerrar los ojos frente a un foco. Por lo tanto, aquellas que no pueden darse en el espacio (a pesar de presentarse) no son “externas a nuestra mente”. Mientras que aquellas que se dan en el espacio pueden darse antes mismo que el sujeto las perciba, por lo que es independiente de su mente, externo a ella, por lo que existe. Es decir, si probamos la existencia en el espacio de un objeto en específico estamos probando su existencia fuera de nosotros.

Moore aplica una lógica de premisas para afirmar la existencia de un mundo exterior, a partir de la prueba de la existencia de sus dos manos, levantando una, haciendo un gesto, levantando otra y haciendo otro, por lo tanto, existen dos manos, una prueba, según él, rigurosa e ipso facto de la existencia de cosas externas, cosas fuera de nosotros, de nuestra mente, es decir, de un mundo exterior. Esta demostración desde el aspecto lógico de sus premisas es un argumento fiable, pues existe una relación causa-efecto (entre el decir que moverá la mano y moverla) y de la premisa “aquí hay una mano” (pág. 156) se sigue la conclusión de que existe

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