¿QUE ES LA VIDA?

¿QUE ES LA VIDA?

Podríamos pasar horas, días, meses, años, formulando teorías, preguntas y respuestas sin cesar, pero… jamás nos sentiríamos satisfechos con el resultado, al no encontrar una respuesta universal que pueda llenar y satisfacer todas nuestras incógnitas, ya que,  toda persona tiene una visión del mundo. Nos demos o no cuenta, todos tenemos ciertas, presuposiciones y prejuicios que afectan la forma en que vemos toda la vida y la realidad. 

 Se podría decir; que una visión del mundo, es un conjunto de lentes que manchan nuestra visión o alteran la forma en que percibimos el mundo que nos rodea. Nuestra visión puede ser conformada por nuestra educación, cultura, vivencias, lo que vemos, escuchamos, oímos  etc. Para muchas personas, la percepción del mundo es simplemente algo que han absorbido por ósmosis, de sus alrededores e influencias culturales. Nunca han pensado  estratégicamente sobre lo que creen y no serían capaces  de dar una defensa racional de sus creencias a los demás. 

¿Pero cómo miro el mundo desde mi propia perspectiva?

Comenzare por dividir mi vida en tres etapas; niñez, adolescencia, y mi etapa actual, pero no menos importante, la juventud. Todo comienza el día que mi mente cobra razón, de un mundo, donde todo es fácil, alegre y en tornó a dios (de acuerdo a mis enseñanzas, tradiciones y costumbres familiares),  les hablo de los 5 a los 10 años de mi vida.

Naciendo en un hogar adventista me fue enseñado de Dios y de su amor hacia la humanidad. Fue a partir de ese momento que empecé a cuestionarme la existencia de Dios, ¿Qué sacrificios tendríamos que hacer? ¿Cuánto es suficiente para él? ¿Cómo seguirle, sin verle o tocarle? ¿Creer en él, en su amor, en su salvación? ¿Cómo vivir de acuerdo a su voluntad sin oírlo de su labios?, preguntas que a mi corta edad comenzaban a surgir y a cuestionar las enseñanzas y tradiciones familiares. Dándome así mi primer vistazo del mundo, mi primera cosmovisión.

Ahora viene mi adolescencia, etapa rebelde, donde traumas, vivencias, costumbres y vicios salen a relucir, donde aquel dios en el que eres creyente,  se torna en un yoyo sin fin. Pero ahora ¿En que creo?, mi vida comienza a ser cuestionada y puesta a prueba ante las adversidades, soy creyente cuando me conviene, soy ateo cuando lo amerita, pienso, digo, hago “cuanta cosa me es beneficiosa”, no creo en nada, cuestiono mi existencia, mi vida se torna banal, no encuentro sentido o propósito alguno a nada que se me presenta “PERO SOY FELIZ”.

Mi mete se encuentra invadida por mares de pensamientos, preguntas y cuestionamientos, no hay nada concreto, no creo en nada, no veo nada más que carencia a mis necesidades, ¡¡ pero no sé qué quiero!! . Mi percepción comienza a abrirse camino a la cruda realidad, rumores llegan a mis oídos y hacen preguntarme cientos de cosas que pasaría horas escribiendo.

Esta confusa y tal vez incoherente descripción se torna en mi cosmovisión hasta esa etapa de mi vida.

Y hemos llegamos a la actualidad, el hoy en día, del cual puedo mencionar que todo aquello que me hace ser quien soy y tener mi particular percepción del mundo, es producto de mi experiencia a etapas anteriores, con lo cual puedo decir que: espiritualmente, creo en un ser superior a mí, sin embargo no profeso ninguna religión, socialmente, no sigo modas, estándares, o reglas (lo cual me ha originado problemas), no creo ni apoyo a la política, ni nada que la involucre, creo que esta vida es como un circulo, que todo da vueltas una y otra vez, por ello todo es reciproco, y todo aquello bueno o malo se paga, en pocas palabras todo aquello que siembres, cosecharas.

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