Qué Es La Prudencia

¿QUÉ ES LA PRUDENCIA?

Ética Nicomaquea

I.- INTRODUCCIÓN

Lo siguiente está basado en la obra de Aristóteles denominada “Ética a Nicómaco”, compuesta por diez libros en la que realiza un análisis de la relación del carácter y la inteligencia con la felicidad. Se considera una de las dos obras fundamentales en que posteriormente se basó la ética occidental.

El objetivo es evidenciar lo que para Aristóteles presenta como prudencia o dicho de otro modo, qué es para el autor “el prudente”, para lo cual se describirá resumidamente los postulados de la obra enfatizando dicho concepto.

II.- LA FELICIDAD

Aristóteles, para acercarse a la definición de felicidad (eudaimonía) para el hombre, enuncia la pregunta acerca de ¿Qué bien es el objeto de todos los fines?, y dado que toda actividad apunta hacia un bien, entonces la felicidad debe de ser también un bien, hacia el cual todos se encaminan de distintas formas, no existiendo concordancia entre los hombres acerca de la felicidad, no obstante, señala que la verdad es aquel bien frente al cual los demás bienes parecen incompletos.

Postula que sería absurdo pensar que los hombres no buscan la felicidad, pues parte de la naturaleza buscar la felicidad. De todos modos, niega la posibilidad que la felicidad se encuentre en ser honrados o estimados (la felicidad dependería de agentes externos), o en la virtud (implicaría sufrir trabajos y fatigas), o finalmente en las riquezas (implica un deseo permanente).

Finalmente concluye que la felicidad “consiste en vivir conforme a recta y perfecta razón”, que sería lo mismo que “vivir conforme a virtud”.

III.- ELEMENTOS DE LA VIRTUD

Importa para Aristóteles definir qué es la virtud, indicando que ésta es producto del “hábito”, es decir se aprenden fruto de una elección racional, que consiste en un medio relativo o término medio a nosotros, determinado por la razón. Así, las virtudes del entendimiento se alcanzan con doctrina, tiempo y ejercicio, y las virtudes morales con ejercicios de actos virtuosos.

Por lo tanto, las virtudes no son facultades naturales, ni tampoco afectos, pues los afectos no nos determinan buenos y malos, lo cual si hacen las virtudes, a propósito de una especie de disputa entre dos vicios, uno por exceso y otro por defecto.

Las virtudes, entonces, permiten elegir entre lo más correcto y conveniente dentro de un término medio racionalmente establecido, de ahí radica la importancia de la prudencia.

Distingue además, aquellas virtudes morales (éticas) e intelectuales (dianoéticas). Las primeras son fruto de la costumbre o del hábito que se adquieren a partir del dominio de la parte irracional del alma. Las más importantes son la fortaleza, la templanza y la justicia.

Las virtudes intelectuales, en cambio corresponden a la parte racional del hombre o del pensamiento y para adquirirlas deben ser aprendidas a través de la enseñanza. Las más importantes son la inteligencia y la prudencia, siendo esta última, aquella que permite elegir un término medio y encontrar el equilibrio.

IV.- EL ALMA Y EL RAZONAMIENTO RECTO

Indica que el alma está compuesta por dos partes, una capaz de razonar y otra que carece de razón. Aquella que razona se subdivide en el intelecto especulativo (sabiduría) y el intelecto práctico (prudencia)

A su vez, identifica tres elementos que dan origen a un hecho y a la verdad: el sentido, el entendimiento y el apetito. El sentido no es parte de la acción, y en virtud de que la virtud moral corresponde a una elección racional y ésta responde a una elección voluntaria del apetito, razón y deseo deben coincidir. No obstante, para que la elección sea la correcta, el razonamiento y apetito deben ser los verdaderos y rectos.

Por otra parte, verdad y apetito también deben coincidir, de tal forma que toda decisión debe realizarse a través del entendimiento, la reflexión y deseo moral y además responde a un fin que proviene del deseo de hacer bien ese fin.

V.- VIRTUDES INTELECTUALES

Aristóteles reconoce cinco virtudes intelectuales:

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