Relacion entre Heraclito , Tendencia actualizante y Experiencia

Muchas de las frases que suelen escucharse comúnmente cuando se comienza a transitar una carrera como el Counseling Humanístico son: “movimiento hacia la autorrealización”; “abrir canales”; “permitirse ser”; “puedo modificarme”; Sin embargo, esas expresiones que a veces parecen meras frases armadas, carentes de un sentido práctico, cobran verdadero sentido cuando se las fundamenta desde la teoría.

Dos de las citas más significativas que he leído desde el inicio de la cursada, y que han dotado de sentido a esas expresiones, fueron una definición de filosofía: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo” (1), y otra que remite inmediatamente al Counseling desde el modelo teórico del Enfoque centrado en la persona: “La vida, en su optima expresión, es un proceso dinámico y cambiante, en el que nada está congelado“(2).

“Modificarme”, podría significar entonces transformar el ser y a su vez ese mundo de significados que los individuos simbolizan como su propia experiencia desde un pensamiento racional que les permite convertir las emociones en sentimientos (3) y a partir de allí ir siendo y trasformando la existencia real, bastando para esto la concepción de que el ser existe.

Esta concepción del ser, lleva inevitablemente a pensar en Heráclito cuando afirma que el fundamento de “todo está en el cambio incesante; en el ente que deviene, en un proceso de continuo nacimiento y destrucción” (4).

Me gustaría detenerme en el proceso continuo de transformación del que habla este filósofo y desde allí desarrollar brevemente dos conceptos fundamentales en el Counseling Humanístico como son la Tendencia Actualizante y la experiencia como máxima autoridad.

Carl Rogers postula que existe una tendencia propia en el ser humano que apunta hacia la maduración. Una fuerza que puja hacia explotar las capacidades propias del individuo de la mejor manera que permita el contexto en el que este se desarrolla, aun cuando las circunstancias que le suceden no sean las ideales, puesto que las crisis que muchas veces lo rodean no son más que guerras personales capaces de liberar como también de esclavizar (5). En este sentido esta tendencia actualizante está en permanente movimiento y direccionada siempre hacia la protección y a la subsistencia del ser.

Esta orientación básicamente positiva se manifiesta en el quehacer del Counseling Humanístico, que pretende como “disciplina de ayuda asistir al ser humano en el proceso de crecimiento, desarrollo y despliegue de sus potencialidades” (6).

Así es como el desplazamiento, moviliza las partes de ese organismo digno de confianza, como define Rogers al individuo (7), basándose en su propia experiencia, adquirida mediante el auto-conocimiento. Puede entonces comprenderse al ser humano como un “rio al que nunca es posible ingresar

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