Resumen libro VII Ética a Nicomaco

En el libro siete de la Ética a Nicómaco, habla desde un principio sobre la continencia, La prudencia, autodominio, flaqueza, molicie, continencia y fuerza. Dice que la continencia y la fortaleza son disposiciones buenas y que deben ser elogiables, en contraste con la incontinencia y la flaqueza, pues estas ultimas no son nadas buenas al contrario malas. Todo hombre que se domina mantiene su razón, pero quien es incapaz de dominarse pierde lo razonable y después es incontinente. Aquí queda muy bien aplicado el dicho de quien se domina así mismo domina un ejército.

La incontinencia va de la mano con las acciones y los vicios, al tener la incontinencia se pierde la razón, cual si se estuviera borracho o dormido. Es por esto, que el obrara en la incontinencia no tiene nada de razón quien obra de esta manera, como si fura un animal. Anteriormente al incontinente se le aplicaba el dicho de si te atragantas con agua, qué pasarás. Es por eso que un hombre sabio y de razón, rara vez es incontinente. Ninguna persona puede ser llamada incontinente, pues la incontinencia solo es para algunas cosas y no lo es para todas. La incontinencia es mala y evitable, se puede vivir sin ella y siendo un hombre fuerte.

La incontinencia en lo placentero es muy distinta de las causas de las otras. Ahí pone de ejemplo los varones que tienen relaciones con un varón si lo son por naturaleza no son llamados incontinentes, aquí me quedó la duda de si lo hacen siendo continentes entonces sería aceptable para Aristóteles. Eso es tal vez algo muy importante sobre la continencia de los homosexuales, que es muy necesario aclarar desde distintas áreas hoy en día.

La incontinencia en relación a la ira es menos vergonzosa que la de las pasiones. Pues en el caso de la ira, esta atiende a la razón, aunque no la escuche totalmente, pero si es entendida mejor que en las pasiones, pues estas nos vuelven un animal instintivo.  El que ultraja lo hace por placer y para satisfacerse, en cambio lo que son incontinentes por causa de la ira, sufren los que reciben el ultraje y quienes los realizan.

Ninguna persona es prudente e incontinente, este binomio no puede ser posible, en el mejor de los casos el prudente es virtuosos, y la incontinencia no es una virtud. Tampoco el incontinente es como quien conoce y ejercita el conocimiento, sino mas bien como el que esta dormido y ebrio, no usa para nada el conocimiento. También lo hace voluntariamente, pues puede elegir lo bueno o malo para si mismo, pero sin embargo decide seguir siendo incontinente.

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