SOBRE EL POR QUÉ LA HISTORIA SE FUNDAMENTA EN EL DESARROLLO DE LAS FUERZAS DE PRODUCCIÓN Y NO EN LAS IDEAS

Para entender la propuesta política de Marx es necesario, en primer lugar, comprender su propuesta ontológica y la oposición de esta frente a las corrientes filosóficas idealistas.

El idealismo, como su nombre bien lo dice, es el enaltecimiento de las “ideas” frente al mundo sensible, el cual es una mera copia de la verdad de las que son dueñas las ideas. La crítica de Marx a este sistema filosófico se encuentra en su convencimiento de que al afirmar que las ideas son los objetos poseedores de la verdad nos estamos desvinculando de lo terrenal. Para él es una filosofía abstracta y contemplativa, solo frases que luchan entre sí y que no pretenden en lo absoluto influenciar en la praxis.

Es esta la razón por la cual el materialismo marxista concibe la materia como lo real; es decir, es solo a través de la materia que podremos acceder a la verdad. La razón por la cual Marx decide concebir la realidad de esta manera es por su deseo de que la filosofía gire hacia la facticidad de la existencia humana. Para ello deberá definir, antes que nada, al “ser humano”, qué es lo que le distingue de las demás especies. Nuestro autor dice: “Pero el hombre mismo se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de vida, paso este que se halla condicionado por su organización corporal”. El ser humano debe de necesitar para seguir existiendo. Es esta la razón por la cual el ser humano solo podrá realizarse como ser humano a través del trabajo (la satisfacción de estas necesidades a través de la actividad productiva).

Pero, ¿Qué tiene que ver todo esto con el tema a colación? Bueno, es de mi parecer que la manera de entender y contar la historia siempre se encontrara en suma relación con las definiciones de realidad y verdad. Por un lado, el idealismo lleva a que se cuente la historia desde categorías políticas y religiosas: grandes sucesos e importantes personajes serán el motor del proceso histórico. Para Marx esto es meramente una “historia de las ideas”, desconectada de los hechos y los desarrollos prácticos. La verdadera forma de ver la historia será desde el materialismo. La historia debe, por lo tanto, tener un sustrato material: el hombre. No solo ciertos hombres importantes. No solo Hitler como el propulsor del movimiento nazi o Napoleón como el militar que casi conquisto Europa, sino cada uno de los hombres en su actividad más natural y cotidiana, esto es, la producción de los medios para la sobrevivencia. Esto se lograra a partir de las fuerzas de producción: las formas y los medios que el hombre utiliza para actuar sobre la naturaleza en el proceso de producción.

Los seres humanos se han agrupado desde los albores del tiempo. La razón de este comportamiento es, sin lugar a dudas, porque en conjunto son mucho más productivos que solos. Es bajo esta línea argumentativa que Marx afirma que la historia es, y ha sido siempre,

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